Déjà vu

Quién no ha tenido alguna vez la sensación de haber vivido la misma situación dos veces. Sucede de repente y, con más o menos claridad y seguridad, sientes que lo que estás viviendo en ese momento, ya ha sucedido anteriormente.

Aunque algunos pudiéramos pensar que tenemos poderes sobrenaturales, lo cierto es que tiene una explicación científica.

Para empezar, “déjà vu” es el término más literario, tiene su denominación científica; paramnesia cuya definición es: alteración de la memoria por la que el sujeto cree recordar situaciones que no han ocurrido o modificar algunas circunstancias de aquellas que se han producido.

El término “déjà vu” fue acuñado por el filósofo, investigador y psíquico francés Émile Boirac, en su libro L´Avenir des Sciences Psychiques.

Aunque algunos creamos que es producto que algún poder sobrenatural, la psicología nos señala que se trata de un trastorno mental que nos provoca un falso reconocimiento de la información, lo que nos hace creer recordar situaciones que, en realidad no hemos vivido.

Este hecho, que ha podido sufrir alguna vez en su vida hasta un 70% de la población, ocurre en una fracción de segundo y puede prolongarse máximo hasta los 30 segundos, creándonos cierta sensación de desconcierto y confusión.

Asimismo, también se conoce el término “jamais vu”, contrario al anterior, en el que no somos capaces de reconocer situaciones que sí hemos vivido y que las interpretamos como nuevas.

A pesar de que, cuando esto sucede, tenemos la certeza de haber vivido una situación concreta, lo cierto es que no somos capaces de recordar nada más sobre esa experiencia, ni los momentos previos ni lo que sucede después, lo que merma esa capacidad “premonitoria” que achacamos a este fenómeno.

Los científicos apuntan a que se trata de un ligero retraso en nuestra mente consciente al percibir cierta información, siendo adelantada por la percepción de la mente insconciente.

Otras teorías menos científicas, es que el déjà vu viene provocado por la actividad de los sueños no recordados y que se experimentan en estado de vigilia. Por eso, la sensación de haber vivido alguna situación, no ofrece detalles exactos de la experiencia y nos queda sólo como un recuerdo algo borroso, dado que la mente nos “recuerda” una situación similar vivida en sueños.

 

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