Los misterios comienzan a desaparecer poco a poco, la culpable, la ciencia.
Por un lado me da pena, la cantidad de horas que habré echado escuchando la radio, leyendo revistas o viendo programas de televisión.
Creo que los misterios son necesarios, mantienen la mente ocupada, espuela a la busqueda de las causas, al avance científico y al final y sin remedio a la desparición del misterio.
¿Contradictorio?, si lo es pero es como lo siento.
Recuerdo cuando escuchaba que habían llovido ranas o peces y te devanabas los sesos pensando que podría haber pasado.
Me imagino a la gente que lejos de los conocimientos científicos, como los que tenemos ahora, crearon leyendas, inventaron los dioses, hicieron que disfrutáramos con la historia, con las leyendas, con los dioses y todo para dar explicación a fenómenos incomprensibles que hoy tenemos superados. Como las causas de las enfermedades, o de los cambios climáticos.
No es que piense que otro tiempo fue mejor, simplemente añoro los tiempos en los que los misterios ocupaban mi vida y trataba de entender.
Ahora ya no me queda ese sentimiento, se que si no se conoce la verdad en este momento es porque la ciencia aún no ha llegado al punto en el que pueda dar una explicación aceptable a los fenómenos desconocidos. El Yeti, los ovnis, las luces extrañas, los círculos del maiz.
Mira, ya hasta las palabras han cambiado, ahora son fenómenos desconocidos, ya no son misterios extraños, inexpugnables, incomprensibles y lejos de poder hallar una solución. La piedra filosofal, el espacio, los átomos.
Pero no soy pesimista, me gusta tanto todas las ciencias que disfruto como niño pequeño con todos los pequeños avances y los nuevos conceptos. Implante cloquear, microchips, viajes espaciales, formas de vida extremas, culturas sin contacto con los occidentales, animales criptozoologicos, y un inmenso etc. Pero ya no hay misterios, hay preguntas sin respuestas.
mury, un beso
