¡Qué bueno! acabo de leer un post sobre la posibilidad que existe de que podamos respirar una molécula del último suspiro que emitió Julio Cesar antes de morir.
La respuesta mental mia ha sido, pues cabe la posibilidad dado que en el último suspiro de Julio Cesar habría expelido partículas de agua, y conociendo el ciclo del agua que es perpetuo, lo más porbable es que las moléculas del último suspiro de Julio Cesar aún sigan por ahí.
Sigo leyendo el post y empieza a dar un montón de operaciones, reparticiones y tantos por ciento para hacernos ver que la posibilidad es factible.
A mi me ha entrado la risa, porque según iba leyendo las cuentas que hacía me estaba pareciendo un tostón de los gordos e incluso he estado a punto de dejar de leer pues no me interesaba nada toda esa parafernalia de grandes números.
Pero al terminar dice que las operaciones que aparecen tan siquiera sabe si son correctas, pero que al ser expuestas de un modo tan científico la gente lo habrá creido a pies juntillas dado el poco manejo que tenemos de operaciones con números tan altos.
Me he reido mucho, porque tiene más razón que un santo.
¡Que bueno!, me ha gustado mucho al leerlo en el blog Recuerdos de Pandora.