A buen seguro hayas visto a estos simpáticos bichejos más de una vez en documentales, pero, por si no es así, tenemos que contarte que son un tipo de primates que se desligaron de los monos hace unos 60 millones de años, y, durante los últimos 45 han sufrido muchos cambios, tanto es así que se les considera “fósiles vivientes”, además de monos pequeñajos y muy cucos, pero, por el contrario, son tremendamente difíciles de estudiar en la naturaleza.
Miden entre 10 y 15 cm. de altura, y son nocturnos, además su dieta es de insectos y pequeños vertebrados como serpientes y lagartos apropiados a su tamaño.
Pues bien, recientemente se ha descubierto de la mano de Nathaniel Dominy, que es un profesor asociado de antropología en Dartmouth, que estos monetes cuyo nombre científico es Tarsius, a los que también se les conoce como Tarsiers, por motivos obvios, se comunican por ultrasonidos, tan especializados como los de los murciélagos o los delfines, que usan el principio de la ecolocalización.
El objeto de estudio fue en concreto el Tarsius syrichta, proveniente de Filipinas, y, mientras otras especies si que utilizaban sonidos audibles para los humanos para entablar comunicación básica, tales como dar la voz de alarma, asustar a sus rivales y demás, el objeto de estudio era raramente no parlante, ha que, a base de estudiarlo bien, se dieron cuenta que este “silencio ordinario” no lo era tanto, sino que simplemente no podíamos escuchar lo que decían.
Pues bien, fruto de este “qué dirán” de este Tarsius se ha encontrado que emiten sonidos, pero a una frecuencia de 91 kHz, un valor que sobrepasa de lejos al resto de primates y sólo es comparable, como os decíamos arriba, por los delfines o los murciélagos.
Si te preguntas cuál es el límite que escuchamos los humanos, estamos en un triste valor de 20 kHz, muy lejos del valor de estos simpáticos bichos.
Por supuesto, esto es una ventaja evolutiva realmente grande, ya que pueden comunicarse a distancias considerables sin que otros animales lo escuchen, más o menos tienen un “canal privado de comunicación para identificar presas, predadores y rivales”, vamos, todo un lujo en la evolución.
Para finalizar, si quieres escuchar el sonido que realizan, aquí tienes la grabación, ralentizada para que sea audible para los humanos, pero, te aviso, que no es para nada agradable.