A nadie le gustan los lunes, son agotadores y desmotivadores. Compruébalo tú mismo, ¿cuántas veces te has encontrado a ti mismo diciendo en el ascensor, de camino al trabajo, cuanto odias que sea lunes y lo mal que te sienta levantarte este día? La cosa tiene su lógica, está claro, pero ha sido un australiano el que ha decidido poner la ciencia a disposición de este fenómeno de odio generalizado hacia el lunes.
Tim Olds acaba de identificar el motivo por el que a las personas no nos gustan los lunes: la noche en la que menos dormimos es la que transcurre del domingo al lunes. Eso hace que iniciemos la semana con una importante falta de sueño que nos impide concentrarnos, memorizar datos o estar al 100%. Es más, nos agota no dormir bien y el cansancio aviva nuestro malo humor.
Esta idea se ha presentado en la Conferencia de la Asociación Austroasiática sobre el Sueño y se basa en un experimento realizado con 4.000 niños y adolescentes. Tras analizar los hábitos de la muestra estudiada, Olds ha determinado que los domingos nos acostamos tarde porque nos negamos a dejar atrás el fin de semana. Además, estamos acostumbrados a trasnochar los viernes y los sábados y eso hace que nos cueste más conciliar el sueño.
Un sistema inmune más débil, dificultades para memorizar y problemas para prestar atención son algunos de los síntomas que vienen después, tras no haber descansado correctamente. Es más, los estudios también afirman que un 60% de los adolescentes españoles no duermen las 9 horas que se recomiendan. Y los adultos tampoco, a quién vamos a engañar.
Ya por último, cabe destacar que, por suerte, hoy no ha sido un “Blue Monday”, lo que se conoce como “lunes triste”. Se trata del día calificado por una universidad británica como el día más deprimente del año; es el tercer lunes del mes de enero y este año ha caído en 17, justo hace una semana. Esta creencia encuentra explicación en la investigación de Cliff Arnal, quien analiza el clima, el salario, el trabajo y las deudas y dice que estos temas se combinan en un día clave para producir bajos niveles de motivación.
Vía | muyinteresante