El Ajedrez siempre ha sido un juego de mesa que me ha llamado la atención, no solamente por la simplicidad de su presentación, sino más bien por el significado que tiene un tablero con casillas 8×8 y 32 fichas con nombres cada una de ellas y es que detrás de este juego milenario ya, se esconden algunas sorpresas que no me esperaba.
Y es que si nos fijamos en la distribución de las figuras y la situación de cada una de ellas, nos daremos cuenta que tiene más historia de la que nunca nos hubiésemos imaginado. ¿No te resulta familiar que los peones se encuentren en primera fila? ¿Y por supuesto, que la burguesía y realeza se encontrase en segundo plano? Pues todo tiene su explicación, pero antes de ello, te contaremos algo de su origen.
Hasta el día de hoy nadie sabe a ciencia cierta donde se originó este juego, pero sabemos que se extendió desde la antigua Persia hasta Europa pasando por España siendo esta la primera de la región. Las reglas han cambiado desde entonces y todo ello con el largo de los años, incluso los nombres han sido modernizados, ya que seguramente los Persas en ningún momento los hubiese nombrado como hoy los conocemos: Peón, Caballo, Torre, Álfil, Reina y Rey.
Muchos dicen que el Ajedrez más que un juego, es la vida de aquellos entonces representada en un tablero y que hizo algún que otro servicio en las batallas que por aquel entonces se libraban. Los peones sacrificados en primer lugar y las cabezas pensantes a la espera de lo que acontecía. ¿No te resulta un juego al más puro Matrix de aquellos entonces?
Y por supuesto, el Rey, pieza clave en el juego del Ajedrez, si es comido se acaba la partida con JAQUE-MATE. En aquel entonces, que los rivales consiguiesen al Rey era perder el Reino y todas las tierras.
Pero dejando a un lado la historia, actualmente, el ajedrez es un juego que practicado a muy temprana edad puede desarrollar las habilidades matemáticas del individuo y es por eso que encontramos muchos famosos matemáticos interesados en este juego de estrategia y habilidad, donde muchísimas combinaciones, movimientos, etc… hacen que tu cerebro trabaje más de lo que lo haría otro juego de mesa.
Algunos problemas matemáticos están basados en el tablero y el movimiento de las fichas, como por ejemplo el conocido Problema del Caballo de Ajedrez, donde la persona desafiada debe conseguir con una sola ficha del caballo y realizando los movimientos naturales de la misma en el juego, pisar todas las casillas sin coincidir en ninguna de ellas. Si lo resuelves sin mirar las soluciones en nigún sitio y sin ayuda de ningún ordenador, cuéntanos tu experiencia.
Imágenes: The Chess Piece | Will Bickford | Galería Cubarte