Esta es una historia de hadas, de niñas y de adultos que quisieron creer para mitigar el dolor por la perdida de seres queridos.
En 1917 unas niñas, Frances de 9 y Elsie de 17, llevaron una cámara fotográfica al rio donde solían jugar y a la vuelta dijeron haber fotografiado hadas. El tio reveló las fotografías tras la insistencia de las niñas y ante sus ojos aparecieron las niñas acompañadas de las hadas que habían mencionado. Y allí habría quedado todo de no haber sido porque en 1919 la madre y la tia de las niñas asistieron a una reunión de Teosofía (Una especie de «religión moderna» basada en el espiritismo) y en ella comentaron las fotografías de las niñas. Edgar Gardner, un conocido lider del movimiento teosófico se interesó por las fotografías,cuando consiguió el rollo fotográfico lo llevó a un experto Harold Snelling. Tras examinar las fotografías Snelling dictaminó : ‘Este rollo no fue retocado. Las figuras danzantes no están hechas de papel o de otro material; no están pintadas sobre un fondo fotográfico, pero lo que más me sorprende es que todas estas figuras estaban en movimiento durante la toma de la fotografía’. Esa conclusión se debía a que tanto la cascada del fondo como las hadas aparecian borrosas por haber estado en movimiento.
Ahora que se habían dado por ciertas las fotografías terminaron llegando a manos de Conan Doyle (integrante de la teosofía).Según Doyle, todas las pruebas apuntaban a la veracidad de los hechos: Las niñas y algunos familiares fueron entrevistadas primero por Gardner y luego por el propio Doyle, llegando a la conclusión de que eran gente honrada y educada. Las fotografías fueron examinadas por expertos, que no pudieron encontrar evidencias de manipulación. Y así en 1920 la revista «Strand Magazine» publicaba un artículo firmado por Conan Doyle, en el que narraba lo sucedido a estas niñas y la posterior investigación de un experto que asevera su autenticidad. A pesar de que en las imagenes de las hadas aparecían planas. Mas cuando quieres creer…, y para este caso la explicación fué la materia ectoplásmica de la que estaban hechas. Y de esta manera nació el caso de las hadas de Cottingley.
Pero ahí no quedo la cosa, pues mediums, clarividentes y espiritistas entraron en escena confirmando la historía y reafirmando la existencia de las hadas. Y para confirmarlo aun más se entregó a las niñas una cámara de fotos sellada, y por supuesto las hadas volvieron a aparecer.
Como suele ocurrir con esta cosas corrió la polvora y las hadas comenzaron a aparecer por todas partes. Cuenta Doyle en el libro que escribió sobre esta experiencia que le llegaban fotografías de todo el mundo y recibía decenas de cartas narrándole las experiencias vividas con las hadas.
El debate continuó aun varios años, de vez en cuando reaparecía en publicaciones.
En 1966 Peter Chambers, periodista del Daily Express, decidió investigar las historias y logró encontrar a Elsie. Ella dijo en una entrevista que las hadas habían sido ‘producto de su imaginación’, pero no quedó claro si se refería al trucado de las fotografías o si creía que había fotografiado sus propios pensamientos.
En 1981, un programa de la BBC llamado ‘Nationwide’, se acercó a Elsie para entrevistarla. Elsie actuó de manera muy evasiva en la cuestión sobre las fotografías de las hadas, por tanto el equipo de la BBC llegó a la conclusión de que las imágenes habían sido retocadas.
¿Y aquí acabó la historía?, no aun hoy existen partidarios de que las fotosgrafías muestran verdaderas hadas y siempre los habrá.
Cómo es que no lo percibieron entonces, pues es evidente que no muestran la menor apariencia de vida. La misma Elsie expresó su sorpresa cuando supo sobre la cantidad de personas que habían sido engañadas por lo que a ella le parecía un montaje obvio. Sin embargo, hay que recordar que la fotografía era un arte nuevo en esa época, y que las personas no tenían la misma experiencia que hoy. Además, las imágenes habían sido limpiadas y modeladas para su publicación en ‘The strand’. Finalmente, es posible excusar la ingenuidad de Conan Doyle al recordar que había hecho revisar las fotografías a un experto (Snelling) que afirmó que no eran falsas. La excusa que pudo haber tenido Snelling es difícil de imaginar.
Hoy este divertimento de las niñas de comienzos de siglo se ha convertido en una nueva modalidad manga que recibe el nombre de Paper child ,si quieres verlo pincha en la palabra subrayada.
Fuente: www.linkmesh.com/hadas/articulos/el_caso_de_las_hadas_de_cottingley.php