A unos 400.000 años luz de la Tierra, aproximadamente un octavo de la distancia que nos separa del centro de la Vía Láctea, se descubrió en el 2009 los restos de lo que se cree fue una gigantesca estrella.
Lo que queda de esta es ahora un pulsar, un tipo de estrella de neutrones caracterizadas por emitir radiación muy intensa. Su diámetro es de tan solo 20 kilómetros.
Esto no sería una noticia por si misma si no fuera porque científicos australianos observaron que su radiación era interrumpida cada dos horas y 10 minutos, señal inequívoca de que otro cuerpo celeste orbitaba a su alrededor.
Pusieron mas atención y desde los telescopios de mayor tamaño en el Reino Unido y Hawai, descubrieron el planeta.
Un planeta de un material tan ultradenso que es equivalente al diamante.
Por lo que podría ser considerado el planeta más valioso jamás avistado. Lástima que se encuentre tan lejos o suerte para él porque si estuviera más cerca ya se habrían puesto en marcha los cazafortunas y lo harían desaparecer.
De momento no le han puesto un nombre pero diamantino no estaría nada mal.
Fuente: BBCmundo
mury, un beso
