La red social Facebook ha entrado en el parqué bursátil con un capital valorado en 100.000 millones de dólares, unos 80.000 millones de euros que, desde el viernes, se pueden adquirir en acciones. El precio de partida de cada una fue de 38 dólares, y al cierre de la primera sesión alcanzó los 38,37 $, una sustancial subida para ser una empresa de Internet, cuyas apariciones anteriores en bolsa, han llevado más bien la desconfianza de los inversores en general. Si tenemos en cuenta por ejemplo, que Bono, el líder del grupo de pop U2, adquirió el 1 % de las acciones de la Compañía, por 94 millones de dólares y que nada más pasar 12 horas de sesión bursátil, sus acciones valen ahora más de 1100 millones, seguro que a más de un inversor indeciso, se habrá tirado de los pelos por no comprar.
Si comparamos otras apariciones en bolsa de empresas vinculadas a Internet, nos tendremos que remontar al 2004, cuando salió a Bolsa la Compañía GOOGLE. Entonces, se valoró en 23.000 millones de dólares y recaudó 1700 millones en su salida, cifras extremadamente menores si lo comparamos con los 18.000 millones gananciales de Facebook en su inicio de singladura, cifra de récord histórico, y sólo superado por mercados inmensamente pesados como el chino, que con el Banco Agrícola Chino consiguió en el 2010 superar los 22.000 millones.
A día de hoy, la incógnita se presenta en la apertura de la Bolsa el lunes, cuando los inversores dirán la última palabra a la rentabilidad de esta grandísima operación financiera Facebook. Expertos de Barron´s (revista financiera), vaticinan una caída inevitable, según declaraciones que preceden a su publicación del lunes, pero otras opiniones sugieren un largo período de ganancias. Bueno, si conociéramos los pronósticos, la Bolsa dejaría de existir. Dejemos que hable el parqué.
