Como entender que una isla pueda estar encubierta, que exista o deje de existir a voluntad, si no es por que se encuentra bajo poderes sobrenaturales de los dioses, o quien sabe si de un ser maléfico con perversas intenciones.
Si son o no reales la ciencia tratará de explicarlo, pero desde luego a aquellos que la vieron con sus propios ojos nada tiene la ciencia que exlicarles, ellos la vieron tan clara y real como tu o yo frente al ordenador. Aun más, aquellos que arribaron a sus costas, bebieron de sus aguas comieron de sus frutos, cazaron sus animales y trajeron pruebas de ello, a esos la ciencia pueden decirles misa o el rosario, pues nada va a cambiar su opinión.
Las islas fantasma han sido lugares donde se perdían los héroes griegos, encontrando en ellas seres maravillosos y peligrosos. Con la transmutación religiosa, el lugar de salvación de Santos, cuando estaban a punto de perecer. Después de Colón y la llegada del nuevo mundo, sede de piratas, su lugar de refugio y donde enterrar sus tesoros robados. En la era tecnológica, son las islas donde los candidatos a dominar el mundo montan sus cuarteles secretos desde donde dominarlo.
Todas estas escenas forman parte de nuestra historia colectiva desde que la historia quedo por escrito, más aun hoy en la que no son solo los libros los que nos han llevado de viaje por la historia sino que son las imágenes de las películas o de las series las que se suman.
Hoy en la era tecnológica los científicos tratan de explicarnos, a través de razonamientos ópticos que tales lugares son inexistentes, al fin y al cabo los satélites son incapaces de fotografiarlas, pero vete a decírselo al que lo ha visto con sus propios ojos.
Como han dejado constancia durante siglos los avistadores de la isla de San Borondón en la Canarias que ha sido llamada «la Inaccesible», «la Nom Trubada», «la Encubierta», «la Perdida», «la Encantada» y algún apelativo más.
De esta historía hablaremos otro día o días pues su historia es extensa y muy interesante.
mury, un beso