Medio siglo de la primera llamada móvil y el legado del “padre” del teléfono portátil
El 3 de abril de 1973, en plena Quinta Avenida de Nueva York, Martin Cooper, entonces ingeniero de Motorola, marcó un antes y un después en la historia de la tecnología. Frente a la incredulidad de los transeúntes, realizó la primera llamada desde un teléfono móvil portátil, un hito que sentó las bases para la revolución digital que transformaría la vida cotidiana de miles de millones de personas.
Un pionero en la era de la comunicación personal
Martin Cooper (Chicago, 1928) creció fascinado por la radio y las comunicaciones inalámbricas desde joven. Tras graduarse en ingeniería eléctrica por el Illinois Institute of Technology, se unió a Motorola en 1954, donde pronto destacó por su visión innovadora. En una época dominada por teléfonos fijos y centrales manuales, Cooper defendía una idea revolucionaria: la comunicación verdaderamente personal y sin ataduras.
En los años sesenta, Cooper participó en el desarrollo de radios portátiles para la policía y los primeros “busca-personas” inalámbricos, pero su objetivo final era lograr que cualquier persona pudiera hablar con otra en cualquier lugar. La competencia con Bell Labs, que apostaba por teléfonos instalados en automóviles, avivó la carrera por la movilidad real.
El nacimiento del DynaTAC y una llamada para la historia
En tan solo 90 días, el equipo liderado por Cooper diseñó el Motorola DynaTAC 8000X: un dispositivo que pesaba más de un kilo, medía 25 centímetros y ofrecía apenas 20 minutos de autonomía, pero era completamente portátil. Ese 3 de abril, Cooper utilizó este prototipo para llamar —en un guiño de rivalidad— al ingeniero Joel Engel, jefe del proyecto móvil de Bell Labs.
La escena, casi de película, marcó el inicio de la democratización de la comunicación móvil. “Lo que pretendíamos era que la telefonía fuera personal, que perteneciera a las personas y no a los lugares”, recordaría Cooper años después. Sin embargo, en aquel momento ni el propio ingeniero era consciente del impacto global que tendría su invento.
De la incredulidad al boom mundial
El camino hacia la adopción masiva fue largo. No fue hasta 1983 que Motorola lanzó comercialmente el primer móvil, el DynaTAC 8000X, con un precio cercano a los 4.000 dólares, dirigido a ejecutivos y profesionales. Pero la semilla ya estaba plantada. Cooper, conocido como el “padre del teléfono móvil”, anticipó que, algún día, cada persona llevaría un terminal en el bolsillo. Un pronóstico que entonces parecía ciencia ficción, pero que hoy supera los 8.000 millones de líneas activas en todo el mundo.
Innovador incansable y defensor de la ética tecnológica
Además de la telefonía móvil, Martin Cooper ha participado en patentes clave relacionadas con la radio, la telefonía y la tecnología inalámbrica. A lo largo de su carrera, ha sido firme defensor del acceso universal a la tecnología y del papel de la innovación para mejorar la vida de las personas. En los últimos años, ha abogado por la necesidad de ética en el desarrollo de nuevas tecnologías y por fomentar el pensamiento crítico y creativo en las nuevas generaciones de ingenieros.
En una reciente entrevista por el 50 aniversario de su famosa llamada, Cooper reflexionaba:
“El mayor aprendizaje de estos años es que la tecnología debe centrarse siempre en mejorar la experiencia humana. Necesitamos soñadores que se atrevan a intentar, fracasar y volver a intentarlo”.
El legado de un visionario
Martin Cooper, ahora nonagenario, sigue siendo un referente en el mundo de la tecnología y una figura respetada en el sector. Su legado trasciende el invento del móvil: representa la capacidad de anticiparse a las necesidades sociales y de transformar la ciencia ficción en realidad cotidiana.
A cincuenta años de aquella primera llamada, el mundo se ha convertido en una red interconectada en la que el teléfono móvil es protagonista indiscutible de la vida digital. Y todo comenzó con un sueño, una llamada y la perseverancia de un ingeniero que nunca dejó de creer en el poder de la comunicación personal.