La mañana del 6 de Agosto de 1945, alrededor de las 8 de la mañana,en Japón cada uno hacía su vida, como siempre, a pesar de estar en guerra. Un B-29 se acercó a la ciudad, las sirenas de alerta no habían sonado. Después de las oleadas de aviones que dejaban caer bombas como si de panfletos se tratara, uno en solitario no parecía ser peligroso. Sonaron las alarmas cuando ya casi estaba sobre la ciudad y la gente se dirigió a los refugios. No a todos les dió tiempo de llegar. De repente un intenso silencio, un inmenso resplandor con temperaturas de 3000ºC cubrieron la ciudad provocando incendios, derrumbios, explosiones. Miles de muertos que quedaron incinerados en el mismo lugar donde se encontraban, otros fueron rematados por los cascotes o los edificios que se les venían encima. Los que sobrevivieron, y no se si tacharlo de desgracia más que de suerte, presentaba la ropa y las carnes hecha girones, colgando; como zombies con los brazos al frente para no rozarse con nada, por el terrible dolor que debían sentir en sus carnes achicharradas, buscaban agua donde refrescar sus terribles quemaduras lanzándose a los rios y al mar. Fue la primera bomba atómica lanzada sobre población civil en la ciudad de Hiroshima por los useños (USA). Fueron más de 200.000 seres humanos a los que se les arrebató bruscamente el álito de vida que poseían.
Dentro de este desastre muchos sobrevivieron a la explosión, pero no al dolor y la muerte por radiación y quemaduras que se fueron produciendo los diez años siguientes. No nos podemos imaginar los recuerdos de estas personas, sobrevivientes de semejante holocausto.
Tras el bombardeo algunos fueron trasladados a un hospital en Nagasaki, otros se dirigieron hacia allí en busca de protección o de la familia sin saber que volverián a vivir de nuevo la horrible pesadilla. Por que el 9 de agosto, los useños lanzaron una segunda bomba en Nagasaki, allí casi nadie sabía lo que había sucedido en Hiroshima, había silencio militar, así que cuando vieron que al acercarse el B-29, un hombre se tiraba al suelo ( era Enamon, uno de los sobrevivientes de Hiroshima) y se protegía la cabeza con los brazos pensaban que estaba loco, pero no lo estaba, volvía a suceder la pesadilla. De nuevo se hizo el silencio y un intenso fulgor y un abrasador calor acabo con 100.000 seres humanos. Y como en un dejavu, se cree que al menos 160 personas, volvieron a revivir aquel acontecimiento que era real y no imaginario, y volvieron a sentir el calor intenso que les impedía respirar, y a encontrarse muertos incinerados y zombies con la piel descolgada deambulando por las calles y confusión, incredulidad, fatalidad…
De todos estos «Niju Hibaku», que significa que recibieron doble radiación, solo son conocidos 8. En aquel momento hubo fallos en la estadística de posguerra. Estos ocho han contado su historia por todo el mundo. Como Tsutomu Yamaguchi, con 90 años y fallecido hace poco, o Enemon, fallecido a los doce años del suceso de cancer por la radiación, y Kazuko Uragashira, una niña de 6 años, también Yoshiko Kohari que con 93 años recuerda lucidamente los acontecimientos, Keiko Ogura que era una niña y aun tiene pesadillas y tanto otros que empiezan a declarar ahora que estuvieron allí.
En los hospitales donde trataron a estas personas como remedio terapeutico, algunos dibujaron lo que vieron, en especial niños. Esta es una pequeña muestra.