Me encantan las historias que hablan de objetos caidos del cielo en forma de lluvia.
La primera lluvia rara, de la que tengo noticia, es una lluvia de granizo y fuego que envíó el dios de Moises al pueblo egipcio ( las 10 plagas de Egipto), cuando los israelitas, querían salir de Egipto y el faraón lo impedía.
Esta como castigo divino tenía una explicación convincente, especialmente a los ojos de una niña. Luego vendrían otras, estas documentadas en textos históricos.
La más antigua que he encontrado sucedió en 1578 en Bergen, Noruega, donde se dice que llovieron ratones.
Para tener nuevas noticias debemos esperar al siglo XIX, donde numerosos ejemplos ilustran los objetos inconcebibles que cayeron,
- Piezas de hielo del tamaño de un elefante pequeño en la India.
- Sustancia amarilla que cubrió Génova con un peso aproximado de 100 mil toneladas.
- Lluvia amarilla de algo que tenía tres formas una de flecha, otra grano de café y la tercera con forma de disco que despedía un fuerte olor animal, a estas cosas las analizaron y dió como resultado que contenía hidrógeno y amoniáco.
- En Massachusetts, un objeto misterioso, recubierto de una pelusilla como la que se encuentra en la fábrica de paños, cayó. Al separar la pelusa apareció una cuerpo pulposo de color amarillento de olor nauseabundo, que al contacto con el aire se volvió de color rojo vivo.
- Ranas congeladas en Iowa
- Sapos de color blanco o mejillones en Birmingham o medusas en la ciudad inglesa de Bath.
En el siglo XX, los casos fueron seguidos y documentados por un apasionado de estos fenómenos, Charles Fort, en «El libro de los condenados» de 1919, que recoge 25.000 fenómenos inexplicables de principios del siglo XX, donde en la sección de lluvias raras aparecen precipitación de grandes trozos de hielo, barro, carne y azufre, nieve negra, sangre, y otros fenómenos estraños como bolas de fuego, cometas caprichosos, desapariciones misteriosas, meteoritos con inscripciones extrañas, ruedas luminosas en el mar, lunas azules o soles verdes.
Todos estos casos los fue recopilando de las noticias que iban apareciendo en la prensa.
Pero cuando Charles Fort ya no se encontraba entre nosotros, aun llegan noticias de estos fenómenos.
- En Sao Paulo, en 1968, llovió carne y sangre.
- Una tarde de verano de 1969, los ventanales de una hostería de los Alpes alemanes próxima a Oberstdorf fueron literalmente hechos añicos por una lluvia de monedas antiguas, en especial rupias, maravedíes y piastras.
- Patos cayeron muertos en Maryland en julio de 1969.
- Marzo de 1977: Se desató una fuerte tormenta en Ohio, en los EE.UU, todos los jardines y espacios abiertos de la ciudad aparecieron cubiertos por sapos pequeños del tamaño de una uña.
- En los primeros días de julio de 1979, la agencia soviética de noticias Tass – poco amiga de dar informes sensacionalistas – comunicó que una tormenta dejó caer millones de ranas sobre un poblado llamado Dargan-ata cerca del mar Aral.
- Sin congelar, también llovieron ranas sobre Atenas en 1980 y sobre Frías de Albarracín (Teruel) en 1988.
- En 1989, muñecas de madera con cabezas que fueron quemados o cortadas cayeron del cielo sobre la ciudad de Las Pilas, Cantabria.
Y cambiando de siglo tenemos más noticias.
- El 6 de febrero de 2004, más de 10.000 bramblings, un pequeño pájaro, cayeron del cielo en Jiangsu, China.
- El 18 de agosto de 2004, peces cayeron en Powys, Gales.
- El 26 de julio de 2005, ranas no autóctonas de la zona cayeron en el pueblo de Odzaci, Serbia.
- En 2007, llovieron de ranas pequeñas sobre Alicante, España, y arañas cayeron en Salta, Argentina. Un lector de La Gran Época tomó una foto del evento.
- El 31 de julio de 2008 llovió sangre (que se informó fue confirmado por análisis de laboratorio) en la ciudad de Chocó, Colombia.
- En junio de 2009, renacuajos llovieron en la prefectura de Ishikawa, Japón.
- El año pasado, el 25 y el 26 de febrero, un tipo de pez llamado perca lentejuelas aterrizó como lluvia sobre Lajamanu, Australia a casi 300 kms de la costa. Los peces estaban vivos cuando cayeron.
Todas estas lluvias raras carecían de explicación en los siglos precedentes.
Hoy, a pesar de que la propia ciencia metereologíca reconoce que no conoce la causa de todos los mecanismos atmosféricos, es más fácil dar explicación a las lluvias raras. Es cierto que no a todas ellas, pero si a una inmensa mayoría.
La razón más lógica de estos eventos son las trombas de agua, los huracanes y los tornados. Todos estos fenómenos subcionan los objetos que se encuentran tanto en tierra como en el suelo y las corrientes de vientos atmosféricos, como el Jet Stream, pueden llevarlos a grandes distancias.
De hecho el Jet Strem fue descubierto en occidente durante la segunda guerra mundial cuando empezaron a caer en la costa oeste unos extraños globos que explotaban produciendo incendios. Estos habían sido lanzados desde Japón que había descubierto que esta corriente de vientos llevaría estos globos desde Japón hasta USA.
Otros casos pueden ser menos explicables aun, pero encontraran tarde o temprano una explicación científica.
Espero que os haya gustado. Mury