El gobierno americano se vio ante la necesidad de solventar este problema educando a sus ciudadanos en la toma de alimentos ricos en hierro. El encargado de encontrar estos alimentos se valió de un informe de finales del siglo XIX, donde el científico E. Von Wolf investigaba la cantidad de nutrientes que poseía la hoja de las espinacas. Al transcribir los datos obtenidos, se erró en la posición de la coma apuntando la cantidad de hierro estimada, pero multiplicada por diez. De manera que habría que comer 25 kg de espinacas para alcanzar la cantidad de hierro necesaria por día e individuo.
Popeye, fue el personaje elegido por el gobierno americano para hacer llegar, a los americanos, lo beneficioso que era tomar espinacas por el hierro que aportaban. Cuando Popeye necesitaba energía extra, abría una de sus latas de espinacas que le aportaban, inmediatamente, un poder igual al del hierro, le crecían los músculos y era capaz de vencer a todos sus enemigos. Una excelente propaganda del valor nutritivo de las espinacas si no fuera por que era erróneo.
Este es uno de esos casos en los que por un error se llega a un éxito. No en este caso la cura de la anemia gracias a las espinacas. Sí lo fue el incremento de un 33% del consumo de espinacas en USA. De hecho hasta la ciudad de Crystal City en Texas prosperó gracias a Popeye y sus espinacas, y en agradecimiento le levantaron una estatua.
El personaje de Popeye también se beneficio de esta errata alcanzando una fama que no poseía anteriormente.
muri, unbeso