Digamos la verdad, ¿a quien no le gustan los chismes?. Pues lo cierto es que a todo el mundo le gusta lo que se conoce como el chusmerío, y no importa si somos viejos o jóvenes, mujeres u hombres, ni cualquier otra cuestión. En cualquiera de los casos, queremos repasar en este caso qué dice la ciencia al respecto del gusto de los seres humanos por conocer más sobre lo que sucede en la vida de otras personas.
Para ello, vamos a basarnos en lo difundido por el estudio titulado “Evolution, Alienation and Gossip, del Social Issues Research Centre”, que ha analizado esta cuestión en los últimos tiempos, dejando entrever algunas cuestiones como por ejemplo el hecho de que, de todas las conversaciones que tenemos los seres humanos con pares nuestros, “el 65% de ellas tienen que ver en mayor o menor medida con chismes”.
¿Por qué nos gustan entonces los chismes?
Claro, todo lo que hemos señalado hasta ahora nos deja ver que nos gustan los chismes, pero no explica por qué nos gustan. En este último sentido, los especialistas señalan al respecto que puede tener que ver con cuestiones como el verdadero interés en solucionar conflictos, pero también otros como reafirmar nuestra posición social.
¿Y por qué decimos groserías?
Fuera de lo mencionado hasta ahora, en el mismo estudio se ha intentado dar con las causas que explican los motivos por los cuales los seres humanos amamos decir groserías o malas palabras, en situaciones como por ejemplo accidente de tránsito, una discusión con algún familiar o hasta en un juego de fútbol con amigos.
En tal sentido, los expertos señalan al respecto que los inconvenientes tienen que ver con que de esa forma nos quitamos de encima buenas dosis de “estrés psicosocial”, el que genera que a veces tengamos conductas un poco agresivas.
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