De seguro te ha pasado alguna vez, si es que estás acostumbrado a tomar aviones por motivos de turismo o trabajo, que cuando la nave alcanza cierta altura, tus oídos irremediablemente se tapan, y no hay nada que puedas hacer para solucionarlo. Pues bien, en estos casos se produce un curioso fenómeno que es el que queremos explicarte a continuación de un modo muy sencillo.
Lo primero que debes tener en cuenta, en este caso, es que la sensación de taponamiento de oídos suele ocurrir no sólo en el caso del avión, sino también cuando entramos en un túnel con el coche a gran velocidad, o cuando con el mismo vehículo subimos una gran pendiente en una montaña, ya que el proceso es básicamente el mismo.
Lo cierto es que cuando los aviones alcanzan la altura de crucero, el capitán suele regular la presión interior a la de una altura sobre el nivel del mar de unos 3.000 metros, con una presión final cercana a los 650 hectopascales. Al hacerlo, la primer consecuencia inevitable es que se produzca una diferencia de presiones entre el interior de la nave y el exterior de la misma, para que de ese modo el avión sea más liviano.
El problema para todos los pasajeros, y especialmente para quienes sufren esta situación, es que al producirse esta modificación, el tímpano se desplaza hacia afuera, dado que baja bruscamente la presión en alrededor de un 30%. Lo mismo sucede en el caso del túnel, en el que empujamos el aire hacia adelante, aunque en este caso la presión actúa de la forma contraria.
Finalmente, si quieres evitar el dolor que esta situación puede llegar a causarte, lo primero que deberás tener en cuenta es que tienes que masticar un chicle o caramelo, además de optar por bostezar repetidamente hasta que se solucione el inconveniente.
