Una pistola de pegamento que imprime hueso: así es la técnica coreana que podría revolucionar la cirugía ortopédica
Laura Mente Curiosa
Seúl, 14 de septiembre de 2025. — Un equipo de investigadores de la Universidad Sungkyunkwan (SKKU), en Corea del Sur, ha desarrollado un dispositivo que parece sacado de la ciencia ficción: una pistola de pegamento modificada capaz de imprimir injertos óseos biodegradables directamente sobre fracturas durante una cirugía. La innovación, publicada en la revista Device, podría transformar la traumatología al permitir implantes personalizados en tiempo real, más baratos y con menor riesgo de infección.
De la pistola de pegamento al quirófano
El aparato utiliza un sistema de impresión 3D a baja temperatura, lo que evita dañar los tejidos vivos circundantes. En lugar de barras de pegamento convencionales, emplea “sticks” compuestos de dos materiales clave:
Policaprolactona (PCL): un polímero biodegradable que aporta estabilidad mecánica.
Hidroxiapatita (HA): un mineral presente de forma natural en el hueso, que facilita la integración biológica y estimula el crecimiento óseo.
Al calentarse, la mezcla se funde y se extruye sobre la lesión ósea, creando un andamio biocompatible que se integra con el hueso sano y se degrada de forma gradual mientras es sustituido por tejido nuevo.
“Nuestro sistema de impresión in situ permite fabricar y aplicar el andamio directamente en el lugar de la cirugía, con una adaptación anatómica precisa incluso en defectos irregulares o complejos”, explicó Jung Seung Lee, profesor asociado de Bioingeniería en la SKKU.
Ventajas frente al cemento óseo
En pruebas con modelos animales (conejos con defectos femorales graves), los injertos impresos con esta pistola mostraron resultados superiores al cemento óseo comercial, el material más habitual en quirófanos ortopédicos:
Mayor regeneración ósea en 12 semanas.
Tejido más fuerte y con estructura natural.
Ausencia de inflamación o necrosis en el área tratada.
Además, los investigadores han logrado incorporar antibióticos como vancomicina y gentamicina a los sticks de impresión. De esta forma, el propio implante libera fármacos de manera localizada, reduciendo la necesidad de antibióticos orales y limitando el riesgo de resistencia bacteriana.
Personalización en minutos
Uno de los aspectos más prometedores de la técnica es su rapidez y flexibilidad. El dispositivo es compacto y manual, lo que permite al cirujano ajustar en tiempo real la dirección, el ángulo y la profundidad de la impresión durante la intervención. Según los autores, el proceso puede completarse en cuestión de minutos, lo que supone un ahorro de tiempo quirúrgico y de costes hospitalarios.
“Este método elimina la necesidad de preparar modelos o implantes antes de la operación, lo que representa un cambio significativo en términos de eficiencia”, añadió Lee.
Una tecnología aún en pruebas
Aunque los resultados iniciales son prometedores, la pistola de impresión ósea todavía tiene un largo camino antes de llegar al quirófano humano. El equipo debe superar etapas regulatorias críticas, como:
Protocolos de esterilización del dispositivo.
Estudios preclínicos en animales de mayor tamaño.
Estandarización de la fabricación para garantizar consistencia y seguridad.
Si logra superar estos obstáculos, podría convertirse en una herramienta estándar para cirujanos ortopédicos en todo el mundo.
Implicaciones futuras
Más allá de reparar fracturas complejas, los investigadores creen que el dispositivo podría adaptarse para otros usos médicos, como reconstrucción tras cirugías oncológicas o reparación de defectos congénitos. Además, la posibilidad de integrar diferentes compuestos biodegradables o terapias localizadas abre la puerta a aplicaciones más amplias en la medicina regenerativa.
Preguntas frecuentes
¿Qué es la pistola de impresión de hueso? Es un dispositivo desarrollado en Corea del Sur que, a partir de un diseño similar a una pistola de pegamento, imprime injertos óseos biodegradables directamente en fracturas durante una cirugía.
¿Cómo funciona el material de impresión? Los “sticks” contienen policaprolactona (PCL) y hidroxiapatita (HA), materiales biocompatibles que actúan como soporte temporal para el crecimiento de nuevo hueso. El implante se degrada con el tiempo y es reemplazado por tejido natural.
¿Qué ventajas tiene frente al cemento óseo tradicional? Favorece una regeneración más rápida y natural, reduce el riesgo de infecciones al incorporar antibióticos y se adapta mejor a defectos óseos irregulares.
¿Cuándo podría usarse en pacientes humanos? Todavía no hay fecha. Antes de llegar a quirófanos deberá superar ensayos en animales grandes, protocolos de esterilización y procesos regulatorios. Si los resultados se mantienen, podría convertirse en una realidad clínica en los próximos años.