Los tiburones son uno de los animales que más han llamado la atención del hombre desde siempre, y por este mismo motivo todos los descubrimientos que se realizan en torno a su historia resultan interesantes. La última novedad al respecto, en concreto, tiene que ver con el hallazgo de una nueva variante de esta especie que viene a aportar conocimientos que no se tenían en torno a la misma.
De hecho, recientemente el Instituto Español de Oceanografía de España ha anunciado el descubrimiento, en el fondo de la isla de La Graciosa, en Canarias, lo que se considera el más importante yacimiento de fósiles de este depredador marino, con la particularidad de que la variedad encontrada tiene las mayores dimensiones nunca vistas.
Por este mismo motivo, se ha optado por denominar “megalodón” a esta nueva especie de tiburón que los expertos creen, se extinguió hace 2 millones de años aproximadamente. De acuerdo a las informaciones del organismo antes mencionado, este nuevo yacimiento fue encontrado a unos mil metros de profundidad, lo cual resulta curioso porque es un sitio que normalmente se releva y dónde no se conocían estos restos.
Se trata de “un acontecimiento de gran relevancia científica”. Los fósiles “demuestran que en esa época vivió, cazó y se reprodujo en estas aguas el mayor depredador marino de todos los tiempos, el Otodus Megaselachus Megalodon”, han señalado al respecto los especialistas encargados de la investigación marina, que ya se han puesto en contacto con expertos en tiburones para sacar mayor provecho de este hallazgo.
Lo más interesante de los restos, finalmente, es que considerando el tipo de dentadura que observaron en este animal, los especialistas creen que podría haberse alimentado tranquilamente de presas más grandes que él mismo, como por ejemplo ballenas, delfines y focas, abonando la teoría de que podían haber cazado de a varios juntos.
