Síndrome de la muerte súbita del lactante, SMSL

 

En los siglos séptimo y octavo antes de Cristo, los Asirios usaban una cabeza de bronce para resguardarse del dios Lamashtu, quién era conocido por sus «ataques» a los bebés. Se le acusaba de ser responsable de los abortos, de los recién nacidos muertos y de los niños «fallecidos en la cuna».

Esta es la primera mención de muerte súbita de los lactantes en la historia.

La muerte súbita del lactante es la primera causa de muerte en los países occidentales en niños de entre uno y doce meses.Se da un notable predominio de los varones. Alrededor del 60 % son varones y un 40 % mujeres.

Cerca del 60 % de los niños fallecidos por el SMSL tienen infecciones respiratorias banales. Éstas no justifican la causa de la muerte, después de un minucioso estudio post-mortem.

El SMSL ocurre tanto en niños alimentados con leche materna exclusiva como en aquellos alimentados con biberón con leches de vaca modificada.

La muerte ocurre en cualquier lugar donde duerma el niño: cuna, catre, silla para el automóvil, etc.

El SMSL no es contagioso y no existen signos de alarma que puedan predecirlo.

Por todo esto el Síndrome de la Muerte Súbita del Lactante (SMSL) se define clínicamente como «la muerte repentina e inesperada de un lactante aparentemente sano». Es una de las enfermedades más desconocidas de nuestros días.

Para catalogar una muerte infantil de SMSL se debe realizar la autopsia y también revisar cuidadosamente la historia del niño. En algunos centros se investiga el escenario de la muerte. Cuando todas las causas de muerte infantil son eliminadas, entonces se realiza el diagnóstico del SMSL por exclusión (no hay otra razón que explique el fallecimiento).

Trabajos científicos demuestran que el riesgo de muerte aumenta hasta 14 veces cuando el bebé duerme boca abajo. Después de las campañas para «reducir el riesgo» poniendo a dormir a los niños boca arriba, durante la década de los 90, la mortalidad por SMSL disminuyó alrededor de un 50%.

Los factores de riesgo:

  • El bajo nivel socioeconómico es uno de los factores de riesgo más claramente establecido.
  • El consumo materno de drogas y alcohol, el mayor número de partos y el menor intervalo entre gestaciones, se han asociado a un ligero mayor riesgo de SMSL, siendo estos hechos los que se acumulan en grupos de población desfavorecidos, en los que los cuidados deficientes y el maltrato pueden ser más frecuentes.
  • En las sociedades occidentales, como la española, las madres con un primer hijo en la adolescencia y las madres sin pareja estable o solteras, también tienen mayor riesgo.
  • Los niños prematuros y de bajo peso para su edad gestacional al nacer, tienen mayor riesgo de padecer SMSL.
  • Cuando un hermano ha fallecido por SMSL, el riesgo de recurrencia en hijos posteriores se ha estimado que es 5 veces (entre 2 y 10 veces) mayor que la incidencia en la población general.
  • En los gemelos existe un riesgo de hasta el 4% en las primeras 24 horas después del fallecimiento del hermano.Pasado ese tiempo, el riesgo es igual que el del resto de la población.

No se ha comprobado que sean factores de riesgo:

  • La composición de los colchones.
  • El reflujo gastroesofágico, las alteraciones neurológicas, los tratamientos médicos ni la realización de analíticas.
  • Los prematuros víctimas del SMSL no tienen más episodios de apnea ni peor control de la temperatura corporal que en el resto de los prematuros.
  • La hipoxia (falta de oxígeno) intrauterina (antes de nacer).
  • La alimentación ni los antecedentes obstétricos maternos.
  • Enfermedades comunes como infecciones respiratorias, diarrea o vómitos en las dos semanas previas.
  • Crecimiento lento después de nacer.
  • Las vacunas rutinarias.

El mecanismo último de la causa del fallecimiento de éstos niños se desconoce. Se especula que algunos niños nacen con «riesgo». Si los mismos se encuentran en un «ambiente seguro», entonces los factores que disparan el inicio del mecanismo de la muerte en éstos niños vulnerables desaparece.

Fuente: bebesyembarazos

mury, un beso

 

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