«¿Wollt Ihr den totalen Krieg?» – Joseph Goebbels, Ministro de Propaganda del Reich

Joseph_goebbels

Junto a Adolf Hitler, el Führer en el Imperio Nacional-Socialista, tenía a mucha gente a su lado, muchos aliados que creían fervientemente en la figura del Líder o Guía y uno de ellos era Paul Joseph Goebbels, el Ministro de Propaganda del partido.

Goebbels, un licenciado en filología, nacido en el año 1897, intentó alistarse en el ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial, pero fue echado para atrás por culpa de su pequeña cojera en una de las piernas. Así que prosiguió con sus estudios y finalmente se licenció en la Universidad.

goebbels y hitler

Aunque tuvo profesores judíos, Joseph Goebbels se hizo militante en el partido NAZI (National-Sozialist) en el año 1921 y escaló junto a Hitler en el partido hasta convertirse en Ministro de Propaganda y Gauleiter (Líder de Zona) de Berlín desde 1929 hasta 1945, cuando el mismo se suicidó junto a su esposa en el búnker de Hitler, no antes sin haber envenenado a sus hijos primero. Actualmente podemos ver ese búnker convertido en parque, más concretamente el Tiergarten.

goebbelschildren

Pero por supuesto, si por algo se caracterizó Joseph Goebbels era por su Propaganda y ser un líder de masas, en cuyos mítines sabía perfectamente alentar a los ejércitos e inculcar las creencias del Reich. Si hubiese que destacar algún discurso, es al que hacemos referncia en el título de la entrada, donde se habla de la Guerra Total o Totalen Krieg, que a continuación te adjuntamos.

“Yo os pregunto: ¿Queréis la Guerra Total?»

«Sí, sí, sí», entre aclamaciones y aplausos

«Si fuese necesario, ¿queréis una guerra más total y más radical que lo que nunca
hayamos podido imaginar?»

«¡Sí, sí, sí!», entre aclamaciones y aplausos

«Los ingleses afirman que el pueblo alemán ha perdido la fe en su Führer»

Aclamaciones de «¡No, no, no!; ¡guerra, guerra, guerra!» y «¡Sieg Heil!»

Más aclamaciones al grito de «¡Führer ordena, nosotros te seguimos!»
«Yo os pregunto: …»

Prosiguen las aclamaciones de “¡Führer ordena, nosotros te seguimos!»

«Yo os pregunto: ¿Tenéis en nuestro Führer una confianza, más fuerte, más fiel y más
indestructible que nunca?

¿Es vuestra entrega al Führer tan absoluta e incondicional como para seguir su
camino y cumplir todo aquello que sea necesario para llevar la guerra a un victorioso
final?»

La multitud responde como un solo hombre con un entusiasmo desbordado. Cuatromil
gargantas siguen gritando “¡Führer ordena, nosotros te seguimos!”. Como
respondiendo a una sola voz, las banderas y los estandartes comienzan a ondear en
señal de apoyo incondicional al Führer.

«Yo os pregunto: ¿estáis dispuestos a hacer de ahora en adelante todos los esfuerzos
que sean necesarios para proporcionar tropas y armamento al frente del este para así
asestar al bolchevismo un golpe mortal?

Yo os pregunto: ¿Juráis por lo más sagrado que apoyaréis a la Patria, que la
sostendréis con una moral indestructible y que daréis todo lo que sea necesario para
obtener la victoria?

Yo os pregunto, especialmente a las mujeres: ¿Apoyáis al Gobierno cuando pide a las
mujeres alemanas que dediquen su esfuerzo y su trabajo para impulsar la guerra, y
cuando pide a los hombres que acudan a luchar al frente?

Yo os pregunto: ¿Apoyáis las medidas más radicales para combatir a ese pequeño
grupo de farsantes y traficantes que os mienten diciendo que puede haber
posibilidades de paz en medio de la guerra y que se enriquecen a costa de las
necesidades de los pueblos? ¿Estáis de acuerdo con que cortemos las cabezas de
quienes realizan esta clase de sabotajes?

Yo os pregunto por enésima y última vez: ¿Apoyáis el programa del Partido
Nacionalsocialista para que en la guerra todos tengamos los mismos derechos y las
mismas obligaciones, y para que el peso de la guerra que recae sobre la Patria sea
repartido por igual entre los hombros de todos, ya sean poderosos o humildes, ricos o
pobres?

Yo os he preguntado y vosotros ya me habéis respondido. Vosotros sois el pueblo y
vuestras respuestas son las respuestas del pueblo alemán. Vosotros les habéis
enseñado a los enemigos lo que deben saber para no forjarse ilusiones y vanas
esperanzas. Ahora, al igual que en las primeras horas de nuestro Movimiento y al igual
que durante los diez años que siguieron, estamos indisolublemente hermanados con el
pueblo alemán. La más invencible camaradería que puede haber en el mundo, el
pueblo mismo, se yergue detrás de nosotros y está determinada a seguir al Führer,
pase lo que pase, cualesquiera que sean los riesgos que nos conduzcan hasta la
victoria. No hay poder sobre la tierra que pueda impedirnos lograr nuestros propósitos.
Ahora debemos tener éxito y lo tendremos. Aquí estoy yo ante vosotros, no ya como
portavoz del Gobierno, sino como portavoz del mismo pueblo.

Veo sentados a mí alrededor a los viejos compañeros, todos en comunión con las más
altas Autoridades del Gobierno y del pueblo. Veo al camarada Speer en quien nuestro
Führer ha depositado la enorme responsabilidad de movilizar toda la industria alemana
de armamento y suministrar todas las armas que necesite el frente. Veo al camarada
Dr. Ley, a quien el Führer ha encomendado el liderazgo de toda la fuerza de trabajo
alemana, para que la haga trabajar infatigablemente en el esfuerzo de guerra.

Estamos sinceramente agradecidos al camarada Sauckel, a quien el Führer ha
encomendado la tarea de conducir a cientos de miles de trabajadores del Reich para
que sean el sostén de nuestra economía nacional, algo que ninguno de nuestros
enemigos sería capaz de hacer. Junto a nosotros están también todos los Jefes del
Partido, de la Wehrmacht y del Estado.

Todos nosotros, hijos del Pueblo, estamos inquebrantablemente unidos con el Pueblo
mismo para responder como un solo hombre en la hora más crítica de la historia de
nuestra Nación. Os prometemos a vosotros, les prometemos a los camaradas del
frente, le prometemos al Führer, que todos juntos seremos capaces de convertir
nuestra Patria en una Voluntad indestructible en la que el Führer y nuestros bravos
soldados puedan confiar ciegamente.

Nosotros juramos que empeñaremos nuestra vida y nuestro trabajo en hacer todo lo
que sea preciso para lograr la victoria. Nuestros corazones se inundarán del mismo
pensamiento político que, como un fuego inextinguible, flameó durante las gigantescas
luchas del partido y del Estado. En esta guerra, nunca más volveremos a caer en el
error falso e hipócrita del objetivismo, que tantas desgracias ha acarreado a la nación
alemana a lo largo de su historia.

Como al principio de la guerra, nuestros ojos deben estar fijos en nuestra nación: todo
lo que nos acerca a la lucha por el triunfo es bueno y debe ser apoyado; cualquier
cosa que obstaculice ese triunfo es mala y debe ser eliminada y desterrada. Con los
corazones ardiendo pero con la cabeza fría, sabremos hacer frente a los graves
problemas de esta fase de la guerra. Estamos en el buen camino para lograr la
victoria, esa victoria que se apoya en nuestra fe en el Führer.

Por eso, en esta tarde, estoy yo aquí para recordar a nuestra nación cuál es nuestro
gran deber. El Führer espera de nosotros que desterremos todo aquello que en el
pasado nos condujo a las tinieblas, y nosotros no queremos defraudarle. Del mismo
modo que nos enorgullecemos de él, así también él se enorgullece de nosotros.
Es en las grandes crisis y en las mayores adversidades de la vida donde se conoce a
los verdaderos hombres, y también a las grandes mujeres. Por eso ya no tenemos
derecho a referirnos a ellas como el sexo débil, porque todos -hombres y mujeresestán
demostrando la misma fortaleza y el mismo espíritu de combate. La nación está
dispuesta a todo. El Führer ha ordenado y nosotros le obedeceremos. En las horas
más críticas de nuestra historia, tenemos una fe indestructible en la victoria. La
tenemos al alcance de nuestros dedos, la contemplamos y sólo tenemos que cogerla.
Debemos subordinarlo todo a ella. Esa es nuestra obligación en esta hora, y por eso
hagamos que nuestra consigna sea:

¡Levántate Pueblo y que se desencadene la tempestad!».

Discurso: El Rincón del Pau (Descarga PDF)

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