Lenguas en peligro de extinción

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Para alguien que haya estudiado lingüística, esta noticia no es nada nueva, ya que lo primero que el docente hace en el aula a la hora de introducir esta materia es poner en aviso al estudiante sobre  el peligro que más de la mitad de las lenguas que existen en nuestro planeta están muriendo. Según la UNESCO, cada dos semanas desaparece una lengua en alguna parte del mundo.

Para que una lengua sobreviva en el tiempo y no corra peligro de extinción,  necesita que esta sea hablada por, al menos 100.000 personas. De esa manera podría mantenerse viva, a salvo. Son más de 6.500 las lenguas que existen hoy en día en el mundo pero la mitad de ellas son habladas solo por unas 2.500 personas, lo que implica que todas ellas están en un estado más que crítico y se encaminan a la desaparición. El lingüista Peter Ladefoged prevee que para finales del presente siglo, el 40 % de estas lenguas habrá desaparecido y con ellas, su cultura, lo cual es más que evidente y triste. Y lo peor de todo esto es que no puede hacerse nada para parar este proceso; solo se puede ralentizar, pero no frenar.

Como bien dicen en la web Educar,

La diversidad lingüística de América Latina es de las más vastas del mundo. Se han catalogado miles de idiomas y dialectos. Pero la mayoría se han extinguido. Nadie podrá ya escuchar los sonidos del chané, el vilela, el selknam, el haush, el teushen, el gününa küne, el allentiac y el micayac, ocho lenguas históricas que se hablaban en la Argentina.

Lenguas_de_europa

Las causas de esta previsible extinción son muy variadas y estriban entre las guerras hasta el uso masivo de lenguas dominantes. El uso de estas lenguas que dominan a las menos extendidas podría ser una de las principales causas de que las menos habladas estén cayendo en desuso. Y al morir una lengua, muere con ella su cultura, su literatura, y su más fiel historia.

Bien es cierto que existen centros de recuperación de lenguas que aún viven o que ya han muerto;  escuelas y universidades hacen lo imposible para que la llama de muchas de esas lenguas siga viva, promulgan sus literaturas y enseñan o estudian cuáles eran los mecanismos de dicho lenguaje; lo que es más que un logro.

El problema está que no todos los países se encuentran en la misma situación y la mayoría de estas lenguas están en lugares muy distantes a estos centros, por lo que, en la mayoría de las ocasiones, son olvidadas y solo quedan en la memoria de algunos.

¿Y tú? ¿Te apuntas a estudiar alguna?

Más información | Guía del Mundo, y Educar

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