Me resulta muy extraño que a alguien se le pueda ocurrir el fotografiar montones de pelusas. Sin embargo el resultado puesto en conjunto es muy estético. Estas son las contradicciones de la vida. El autor de las fotografías es Klaus Pichler, reportaje de El Mundo 13/03/2011.
Sin embargo me va a servir para hablar del polvo las pelusas y su procedencia.
Según la Academia Española de Dermatología, perdemos entre 30.000 y 40.000 mil células epiteliales por minuto lo que suma a la semana 28 gramos. Un estudio realizado en la Universidad de Arizona (USA) por los profesores David Layton y Paloma Bearmer, dice que el 40% del polvo que recogemos en las casas se origina dentro de las mismas por los restos de piel, cabellos y las fibras que van perdiendo nuestras alfombras, ropa y textiles. El resto, 60 % proviene del exterior.
Pero cómo se llegan a hacer las pelusas. Pues, todo comienza con la caida de un cabello, perdemos diariamente unos 100, o de una fibra, al suelo donde por acción de la luz y del movimiento adquiere electricidad estática. Esta electricidad a modo de imán comienza a atraer las partículas de polvo, de piel y otras partículas textiles, que van sumándose. Así poco a poco la pelusa va creciendo juntándose poco a poco con los restos que se encuentren en el suelo terminando siempre ocultas bajo los muebles.
La cantidad de polvo y pelusa de una casa va en función de los que la habiten y el tiempo que pasen dentro de ella pero se ha estimado entorno a 6 miligramos por metro cuadrado. Para hacerse una idea
