Todos hemos visto las clásicas películas, o jugado los videojuegos, en donde la temática principal es la aparición de zombies, esos seres a medio camino entre los vivos y los muertos, que en ocasiones salen de las tumbas, y que amenazan con atacar a los seres humanos para “comerse sus cerebros”, de modo que terminan en convertirlos también en zombies. De todos modos, lo que está claro es que los zombies no existen, o podría ser que sí.
De hecho, todo esto tiene que ver con que un reciente estudio de la Universidad de Binghamton, en Nueva York, ha demostrado que los virus y microbios convierten a la gente en una especie de zombie, por lo que estos seres de otro mundo no son solamente producto de la imaginación de algunos autores.
La cuestión es que, como decíamos, algunos virus y bacterias producen en las personas algunos cambios que consisten en una serie de tips de comportamiento que podría adjudicarse a los mismos zombies, como por ejemplo en el caso de no controlar algunos de sus impulsos, obedeciendo a una voluntad que podría calificarse como “ajena”.
En concreto, los especialistas han descubierto que enfermedades como la gripe, someten a las personas hasta lograr que hagan lo que el virus o bacteria pretende, luego de analizar la reacción de hasta 36 personas pertenecientes al personal académico de la unidad, a las que se les inocularon diferentes infecciones, y cuyo comportamiento fue vigilado en los días anteriores y posteriores a ese tratamiento.
Por el momento, éstos son algunos de los primeros resultados que podemos encontrarnos en la revista “’Annals of Epidemiology‘”, que señalan una serie de descubrimientos asombrosos al respecto, como por ejemplo que, una persona con gripe que acude a su trabajo de todos los días, intenta interactuar con el doble de las personas que cuando no se encuentra enferma, porque la bacteria o virus lo controla para propagarse.