Curiosas costumbres culinarias, como cambian con los tiempos, lo que hoy se considera normal para los españoles, como el pollo, los langostinos, la carne, en los años ’60 y menos en los ’70, eran auténticos artículos de lujo.
Pero pasó lo mismo con la langosta y el caviar, sí, pero al contrario
En la Inglaterra de principios del siglo XIX había tantas langostas en las costas británicas que se servían como alimento a presos y huérfanos o trituradas eran empleadas como abono. Incluso los criados acordaban por escrito que no comerían langosta más de 2 veces por semana.
En Nueva York pasaba algo parecido con las ostras y el caviar. El caviar se servía como tentempié en lo bares, como era salado a los clientes les entraría srd y beerían más.
En un recetario norteamericano publicado en 1853, el popular “Home Coockery”, se menciona «para mejorar la sopa de quigombó habría que incorporar 100 ostras a la olla». Ni una más ni una menos.
Como será en el futuro, creo que al precio que está la fruta y la verdura no tardará en ser un lujo comer unas judias verdes y qué decir de unos tomantes, ¡ufff!
Fuente: xatakaciencia
mury, un beso