El dopaje de tercera generación

Éstos últimos días ha saltado la noticia más que alarmante, de que en las pruebas de acceso a los cuerpos de salvaguarda: Policía Municipal, Bomberos, Guardia Civil, Policía Nacional, etc., donde se requiere de unas marcas mínimas en las pruebas físicas, se han batido récords comparables, en el caso del atletismo, al acceso a la mismísima Olimpiada de Londres. ¿Cómo es eso posible?

En primer lugar, hay que aclarar que estas “anomalías” no han sido en el general de los candidatos, sino en un número muy reducido de aspirantes. Se están investigando estos hechos con la mirada puesta específicamente en el dopaje y más concretamente en la CERA, sustancia creada en el 2007 y que actúa como activador continuo del receptor de la eritropoyetina.

 Para entender mejor el alcance de esta sustancia, hay que aclarar que la eritropoyetina o EPO, es una hormona producida en el riñón (algo en el hígado) que estimula la producción de glóbulos rojos que transportan el oxígeno a las células del organismo. En los años 80 se sintetiza la EPO para usarla en tratamientos clínicos renales, y de ahí pasa al deporte como una sustancia beneficiosa. Pero el descubrimiento de los efectos secundarios termina por incluirla en la lista de sustancias prohibidas muy rápidamente. Estos efectos causan, cuando se administra,  aumentan el número de glóbulos rojos, dificulta la circulación sanguínea, pudiendo producir accidentes cerebro vasculares y hasta la muerte.

En resumen, si la CERA es una sustancia “superior” a la simple inyección de EPO, y actúa mucho más tiempo (una media de 135 horas), y es casi indetectable, hace que los análisis de orina se conviertan en todo un tratado de investigación para los médicos. Acordaros del caso de Alberto Contador, precisamente condenado por administrarse EPO,  un ejemplo de la dificultad y la sofisticación del dopaje deportivo. Esta tercera generación de drogas supone siempre la incertidumbre de si ya existe una cuarta generación en activo completamente indetectable, poniendo en peligro a muchos atletas y personas que buscan esa “ayuda” extra para cumplir con unas marcas. Siempre se corre un riesgo innecesario llevando al cuerpo humano a límites antinaturales.

Toni Ferrando.

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