Groenlandia, la isla más grande del mundo, es un territorio fascinante tanto por su historia como por su geopolítica. Aunque es parte del Reino de Dinamarca, Groenlandia ha sido un foco de atención internacional debido a su riqueza de recursos naturales y su posición estratégica en el Ártico. Este interés ha llevado a varios intentos, directos e indirectos, de adquirir la isla, siendo Estados Unidos el protagonista de estas propuestas. En este artículo exploraremos la rica historia de Groenlandia, su relación con Dinamarca y los detalles sobre los intentos de compra.
La Historia de Groenlandia: Desde los Inuit hasta la Era Moderna
Población temprana y asentamientos inuit
Groenlandia ha estado habitada durante al menos 4.500 años. Los primeros habitantes llegaron desde el continente norteamericano, cruzando el estrecho de Bering y las áreas árticas. Las culturas más destacadas incluyen la Saqqaq (2.500-800 a.C.), la Dorset (800 a.C.-1.300 d.C.) y, finalmente, los Thule (1.000 d.C.-presente), los ancestros directos de los actuales inuit.
Los Thule eran expertos en la caza de mamíferos marinos, como ballenas y focas, y construyeron comunidades resilientes adaptadas al clima extremo. Sus innovaciones, como los kayaks y los iglús, son reconocidas como contribuciones significativas a la cultura ártica.
Los vikingos y la llegada europea
En el año 982, el explorador vikingo Erik el Rojo, exiliado de Islandia por un asesinato, llegó a Groenlandia. Convencido de su potencial, Erik llamó a la isla «Groenlandia» (Grønland en danés, que significa «tierra verde») para atraer colonos. Entre 985 y 1.000, establecieron asentamientos en la costa suroeste. Los vikingos prosperaron durante varios siglos, creando comunidades agrícolas que comerciaban con Europa.
Sin embargo, los asentamientos vikingos comenzaron a desaparecer a mediados del siglo XV, posiblemente debido a cambios climáticos asociados con la Pequeña Edad de Hielo y conflictos con los inuit. Para el siglo XVI, no quedaban rastros significativos de los vikingos en Groenlandia.
Colonización danesa
En 1721, Hans Egede, un misionero noruego-danés, lideró la primera expedición moderna a Groenlandia en nombre del Reino de Dinamarca. La colonización danesa se enfocó inicialmente en convertir a los inuit al cristianismo y establecer el comercio de pieles y productos marítimos. Groenlandia se convirtió oficialmente en una colonia danesa en 1775, lo que marcó el inicio de un control político y económico que ha persistido, aunque con variaciones, hasta hoy.
Groenlandia en el siglo XX: Autonomía y geopolítica
Segunda Guerra Mundial y el interés estadounidense
Durante la Segunda Guerra Mundial, Groenlandia asumió un papel estratégico crucial debido a su proximidad al teatro de operaciones del Atlántico Norte. Dinamarca fue ocupada por Alemania en 1940, lo que dejó a Groenlandia prácticamente aislada. Los Estados Unidos aprovecharon esta oportunidad para establecer bases militares en la isla, la más importante de las cuales fue Thule Air Base, construida en 1943. Este fue un preludio del interés de Estados Unidos en Groenlandia como un activo geoestratégico.
Autonomía en el siglo XX
En 1953, Groenlandia dejó de ser una colonia para convertirse en parte integral del Reino de Dinamarca, con representación parlamentaria en Copenhague. Sin embargo, la relación no siempre fue fluida. En 1979, se otorgó a Groenlandia un estatus de autonomía, lo que permitió a los groenlandeses gestionar sus propios asuntos internos, aunque la política exterior y la defensa permanecieron bajo control danés.
En 2009, el Acta de Autogobierno amplió aún más los poderes de Groenlandia, dándole control sobre sus recursos naturales, un tema central en su desarrollo económico y político.
Los Intentos de Compra de Groenlandia
Primer intento de compra: 1867
El interés de Estados Unidos por Groenlandia no es nuevo. En 1867, durante el mandato del presidente Andrew Johnson, Estados Unidos consideró por primera vez la posibilidad de adquirir la isla. Este interés surgió después de la compra de Alaska a Rusia, y Groenlandia fue vista como una extensión natural para asegurar la influencia en el Ártico. Sin embargo, estas discusiones nunca llegaron a formalizarse.
Segundo intento: 1946
El intento más conocido tuvo lugar en 1946, bajo el mandato del presidente Harry S. Truman. Estados Unidos ofreció 100 millones de dólares a Dinamarca para comprar Groenlandia, motivado por su valor estratégico durante la Guerra Fría. La propuesta fue rechazada, pero marcó un momento clave en la historia de las relaciones entre Dinamarca, Groenlandia y Estados Unidos.
Intento reciente: 2019
En 2019, el presidente Donald Trump resucitó el interés en Groenlandia al expresar públicamente su deseo de comprar la isla. Aunque fue recibido inicialmente como una broma, Trump confirmó su interés y describió la compra como una «gran transacción inmobiliaria». Dinamarca rechazó rotundamente la idea, calificándola de «absurda». Este incidente destacó la creciente importancia estratégica de Groenlandia en un Ártico cada vez más accesible debido al deshielo provocado por el cambio climático.

¿Por qué es Groenlandia tan valiosa?
1. Recursos naturales
Groenlandia es rica en recursos naturales, incluyendo:
- Minerales como hierro, zinc, cobre y tierras raras.
- Hidrocarburos en sus costas.
- Agua dulce contenida en sus glaciares.
La explotación de estos recursos es una oportunidad económica, pero plantea retos medioambientales y sociales.
2. Posición geoestratégica
Groenlandia se encuentra entre América del Norte y Europa, y su proximidad al Polo Norte la convierte en un punto clave para rutas marítimas, vigilancia militar y estudios climáticos. La Base Aérea de Thule sigue siendo un activo importante para Estados Unidos.
3. Cambio climático
El deshielo del Ártico está abriendo nuevas rutas marítimas y oportunidades de exploración en la región, lo que aumenta el interés global en Groenlandia. Sin embargo, este fenómeno también plantea riesgos significativos para el medio ambiente y la población local.
El futuro de Groenlandia: Autonomía e independencia
A pesar del interés internacional, el futuro de Groenlandia parece inclinarse hacia una mayor independencia. Aunque sigue siendo parte del Reino de Dinamarca, muchos groenlandeses aspiran a la independencia total. Sin embargo, este camino depende en gran medida del desarrollo económico, especialmente de la explotación de sus recursos naturales y la diversificación de su economía.
Groenlandia enfrenta dilemas significativos entre la necesidad de crecimiento económico, la preservación de su cultura inuit y la protección de su frágil ecosistema. La relación con Dinamarca y el interés internacional seguirán siendo factores determinantes en su futuro.
Conclusión
Groenlandia es mucho más que una isla cubierta de hielo. Su rica historia, desde los asentamientos inuit hasta los intentos modernos de compra, la posiciona como un territorio único en el escenario global. Su importancia estratégica y recursos naturales garantizan que seguirá siendo un punto de interés geopolítico. Sin embargo, el pueblo groenlandés tiene la última palabra sobre el rumbo que tomará su tierra en el siglo XXI.