La diabetes podría comenzar en el intestino

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Un nuevo estudio en ratones hace que se tambaleen las teorías que teníamos hasta ahora sobre la diabetes, ya que, proponen que el origen de la diabetes y de no poder controlar el azúcar en la sangre estaría en el intestino.

El descubrimiento podría ser muy interesante, ya que, hasta ahora, como la insulina se produce en el páncreas y, por otro lado, el azúcar se almacena en el hígado, la mayoría de los estudios estaban buscando en esos órganos para hallar una solución definitiva a la diabetes.

En este nuevo estudio, el equipo científico ha estudiado a ratones que no podían hacer la enzima que produce la síntesis de ácidos grasos en el intestino (a partir de ahora, FAS, que viene se sus siglas inglesas de “fatty acid synthase”).

Esta enzima es crucial en la producción de lípidos, y está regulada por la insulina, por supuesto, la gente con diabetes tiene deficiencia de la FAS.

Pues bien, los ratones con sin esta enzima presentaron inflamación crónica de la zona de la barriga y el intestino, lo cual es uno de los síntomas precoces de la diabetes.

El investigador principal del proyecto, Clay F. Semenkovich dijo que:

La diabetes debería comenzar en tu intestino […] Cuando la gente se vuelve resistente a la insulina, como ocurre cuando ganan peso, la FAS no funciona correctamente, lo cual causa la inflamación que, con el tiempo, puede llegar a producir diabetes

Por otro lado, cuando los ratones no podían sintetizar la FAS en su intestino esto es lo que ocurrió, según el primer autor del proyecto, Xiochao Wei:

Lo primero que vimos que realmente nos llamó la atención era que el ratón empezaba a perder peso […] tenían diarrea y otros síntomas gastrointestinales, y, si les explorabas de forma detenida la parte del vientre, se notaba una inflamación muy grande en la parte del intestino

En un principio, los investigadores pensaron que esto sería debido a una enfermedad producida por el cambio en la mezcla de bacterias y microbios que los ratones tienen de forma natural en su intestino, con lo cual, ayudaron a los ratones a digerir la comida y tener un aporte vitamínico correcto, pero se dieron cuenta que, aunque mejoraban, esta no era la raíz del problema.

De hecho, se dieron cuenta de que los ratones que no podían sintetizar la FAS habían perdido la mucosa protectora del intestino que separa las células de los microorganismos intestinales, dando lugar a una posible infección.

Dicho esto, y con las conclusiones del estudio (puedes leerlo más detalladamente aquí, en inglés) el inicio del fin de la diabetes puede que esté más cerca, o, al menos, comprender realmente qué produce la enfermedad, para así poder combatirla de forma efectiva.

 

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