La Feria del libro desde la Guerra civil hasta hoy

En un artículo anterior os hablaba de cómo se inició la Feria del Libros en Madrid y a pesar de las adversidades políticas del momento lo único que pudo acabar con la Feria del Libro fue la Guerra Civil.

Década de los 40


Tras ocho años de muertes y penalidades regresa la Feria Nacional del Libro en 1944. Se hizo cargo de ella a partir de entonces el Instituto Nacional del Libro Español, pasando a denominarse Feria Nacional del Libro situada en el mismo lugar realizada el Paseo de Recoletos, que fue rebautizado como Paseo de Calvo Sotelo, lo único que cambió fue el mes de celebración que pasó a finales de mayo y principios de junio con 76 casetas. Las ventas crecieron, pese a la mala situación en la que se encontraba el Madrid de posguerra.


45, otra guerra, la mundial, se cernía sobre Europa la Feria del Libro se mantuvo aunque con algunos altibajos. La Feria de este año cuenta con 94 casetas decoradas al estilo herreriano encontrándose situadas en las dos calzadas del paseo.

’46, La feria viajaría a Barcelona.


47 vuelve a Madrid las casetas ahora muestran una decoración de estilo gótico y es acompañada algunos días por algunos conciertos.

48, se celebra en  Sevilla.

’49 será la décima edición; traerá la novedad de las firmas de los escritores y algunos premios.  La Feria tiene 98 casetas y llegan desde la Plaza de Colón hasta la calle Ayala.

Década de los 50


’51 no se celebrará, al siguiente se la llevará a Barcelona

’53, de nuevo a Madrid con una decoración de casetas en blanco y amarillo.

’54, no se realiza.

’55, con su celebración se bate el record con 113 casetas.


’56 se presenta con la novedad de casetas intercaladas de venta de flores y aves, la mas ruidosa y olorosa de las ferias.

’57, se repetiría el modelo por segunda y última vez.


’58, el libro más vendido Platero y yo además se ofrecen a los visitantes 3342 títulos.

’59 se incluye una Feria del Libro Infantil que atrajo muchas visitas y ventas en esta gama de la literatura.

Decada de los 60

’60, la Feria se masifica, llegan la televisión y los premios.

’61, las viejas casetas de madera son sustituidas por puestos de cemeto.

’62, vuelven las casetas de madera.

’63, 5ooo son los títulos a la venta el coste de montar la Feria asciende a 2 millones de ptas pagado por los feriantes.

’64, RNE instala una emisora.

’65, a modo de experimento los volúmenes salen por primera vez del Paseo y se desperdigan en casetas por toda la ciudad.

’66, será la última vez que se realice en Recoletos.

’67, la feria se desplaza al Parque del Retiro, concretamente al Salón del Estanque.

’69, la más populosa y exitosa hasta la fecha situada entre el paseo de coches y la Casa de la Fieras.


Decada de los 70


’71, celebra su 25 aniversario con 205 casetas y el sorteo de dos coches.

’72, Año Internacional del Libro, los medios reseñan el hecho inaudito de que este año, por una vez, “no llueva”.

’73, representaciones de Argentina, Hungría, México y Rumanía y ventas por 47 millones.

’74, con 257 casetas.

’76, un escrito firmado por 100 libreros denuncia que solo los editores se benefician de la Feria. “Las 40.000 pesetas que cuesta la caseta son prohibitivas”.

’77, la protesta no para. “Hay más editoriales que partidos políticos de derechas” puede leerse en la prensa. Se publican 20.000 títulos al año con 3.000 ejemplares de media y suena una cantinela hoy bien conocida: sobredimensionamiento.

’78, la polémica retrasa una semana, del 24 de mayo al 3 de junio, el inicio oficial. Editores y libreros se niegan a pagar el canon fijado por el Ayuntamiento.

’79, la feria es trasladada al Palacio de Cristal del Buen Retiro, con un gran fracaso de asistencia.

 

Década de los 80


’80, la Feria retorna a su espacio natural. El Retiro vive del 29 de mayo al 15 de junio abarrotado de libros  y entre llamadas a la libertad de expresión. Las colas buscan la firma de Luca de Tena por su libro de Los renglones torcidos de Dios.

’81, inaugura la Feria el Presidente Leopoldo Calvo Sotelo.

’82, una comisión de editores, libreros y distribuidores coge las riendas de una celebración que estrena el nombre de Feria del Libro de Madrid.

’84,  La Casa Real, representada por el rey Juan Carlos inaugura la Feria arrancando así una tradición que llega hasta hoy.

’85, la cita con los libros en el Retiro se ha convertido en un gigante con 379 casetas en cuyo fin de semana de apertura se facturan 77 millones de pesetas y visitan 450.000 personas.

’88, el Rey y Jorge Semprún, ministro de Cultura, abren la edición de ese año que llega a las 417 casetas. El libro más deseado son Los versos satánicos, de Salman Rushdie.

’89, la Feria de las tormentas. Lluvia incansable, truenos, granizadas…

Década de los 90


’90, corren los rumores sobre una futura salida del Retiro para no dañar el parque. Según la concejal de Medio Ambiente, Esperanza Aguirre, los tres millones de visitantes previstos son “motivo suficiente para un nuevo emplazamiento”.

’93, Antonio Gala arrasa este año. Las colas kilométricas de lectores que quieren hacerse con La Pasión turca o El águila bicéfala colapsan la Feria.

’95, son 455 casetas las que invaden el Retiro presentan 1.500 novedades que venden 260.000 ejemplares. Un dato curioso: el precio medio de cada título se ha abaratado en dos años 300 pesetas, hasta las 2.100.

’96, la Feria sube en ingresos y baja en visitantes. Gala vuelve a triunfar ahora con La regla de tres y circula una curiosa novedad: “se han recibido visitas electrónicas en nuestra página de Internet”, comenta el director García Bayón.

’99, las listas de ventas agrían definitivamente el ambiente de la LVIII Feria que es definida en la prensa como “de todos contra todos”. Nadie se fía, muchos proponen suprimirlas y aún más piden un recorte de un recorrido que suma 466 casetas y dos kilómetros de largo.

Década del 2000

’00, con 466 expositores resulta caca vez más caótica.

’01, la 55 Feria del Libro estrena nuevo presidente, Fernando Valverde, que lo es de los libreros capitalinos, quien acomete dos medidas revolucionarias: el tijeretazo a las puestos (387, esto es, 77 menos) y la eliminición “provisional” de las listas de más vendidos.

’02, la supresión de las listas ha pacificado una cita que transcurre plácida y multitudinaria. Firmarán ejemplares 1.500 autores.

’03, los fines de semana no cabe un alfiler y de lunes a jueves sobra sitio. Afirma, Antonio Albarrán, su director: “No cabemos. Los días de diario sí admiten más público, pero los fines de semana son imposibles. Si queremos crecer, tenemos que buscar la fórmula para atraer al público entre semana”.


’06, la Feria parece haber hallado la justa medida: 365 casetas y nuevo éxito de participación. El tema de esta 65ª edición es la Ciencia y los científicos más firmantes Juan Luis Arsuaga y José Antonio Marina.


’07, tras ediciones tranquilas éste es un año de mucha lluvia y preguntas. Las 344 casetas son clónicas, con escasas alternativas a los bestsellers y aún menor visibilidad para los nuevos y pequeños editores como éstos denuncian.


’09, tras un trimestre muy duro con bajadas del 20%, editores y libreros confían en la Feria para levantar el vuelo. Finalmente, tiempo y público acompañan y las ventas de los 357 puestos crecen un 10% más que el año anterior.

Año 2010, la crisis pega duro. Las ventas caen un 9’5%. Una anécdota alegró un poco el Paseo de Coches, y es que un librero pidió por megafonía a su novia bibliotecaria que se casase con él.

Lo que sea del año 2011 está por venir.


 

Fuente: SetentaFerias y carteles con memoria

mury, un beso

 

 

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