Los incendios forestales son situaciones críticas que requieren una respuesta rápida y coordinada por parte de los servicios de emergencia. Sin embargo, cada año, la aparición de drones no autorizados en estas zonas de desastre pone en peligro la vida de las personas, dificulta el trabajo de los equipos de extinción y agrava una situación ya de por sí peligrosa.
Drones: Un Riesgo para las Operaciones de Emergencia
Aunque los drones son herramientas útiles para capturar imágenes y recopilar datos, volarlos cerca de incendios forestales activos puede interferir gravemente con las tareas de extinción y rescate. Los helicópteros y aviones cisterna que combaten el fuego suelen volar a baja altura y a altas velocidades, lo que los hace vulnerables a colisiones con drones. Incluso un pequeño dron puede provocar un accidente catastrófico si impacta con una aeronave.
Por esta razón, las autoridades suelen detener las operaciones aéreas cuando detectan un dron en la zona, lo que retrasa la respuesta al incendio y permite que las llamas se extiendan. En un incendio forestal, cada minuto cuenta, y este tipo de interrupciones pueden causar daños adicionales al medio ambiente y poner en peligro a las comunidades cercanas.
Es ilegal y tiene consecuencias
En muchos países, volar drones en áreas afectadas por incendios forestales no solo es irresponsable, sino también ilegal. Las leyes de aviación prohíben operar drones en espacios aéreos restringidos, como los establecidos en torno a incendios activos. Aquellos que violen estas normativas pueden enfrentarse a multas significativas, la confiscación de sus equipos e incluso a cargos penales.
Además, las autoridades tienen métodos avanzados para identificar a los operadores de drones. Muchos de estos dispositivos incluyen números de serie que permiten rastrear al dueño, y en algunos casos, se emplean sistemas de detección especializados para localizar la fuente del vuelo.
El papel positivo de los drones en la prevención y evaluación
A pesar de los riesgos en situaciones activas, los drones pueden ser herramientas valiosas cuando se utilizan de manera adecuada y bajo supervisión de las autoridades. Por ejemplo, se emplean para evaluar daños tras un incendio, monitorear áreas en riesgo de brotes futuros y mapear zonas de difícil acceso. Sin embargo, estos vuelos siempre deben ser realizados por personal autorizado y en coordinación con los equipos de emergencia.
Qué hacer en caso de incendio forestal
Si presencias un incendio forestal, lo más importante es alejarte del lugar, notificar a las autoridades y seguir sus indicaciones. En ningún caso intentes acercarte para capturar imágenes con un dron. Recuerda que, aunque tu intención sea buena, cualquier interferencia puede poner en peligro la vida de los bomberos y de las personas afectadas por el incendio.
Responsabilidad compartida
Proteger los bosques y las comunidades frente a los incendios forestales es una responsabilidad de todos. Respetar las normativas y permitir que los equipos de emergencia trabajen sin interrupciones es una forma fundamental de colaborar.
Los drones pueden ser herramientas increíbles, pero su uso debe estar guiado por el sentido común, la responsabilidad y el respeto por quienes arriesgan sus vidas para proteger el medio ambiente y a las personas. En un incendio forestal, la mejor decisión es dejar los drones en casa y permitir que los expertos hagan su trabajo sin obstáculos.