¿Por qué la mayoría de las personas son diestras y no zurdas?

La predominancia de la diestralidad en los seres humanos es un fenómeno ampliamente observado y estudiado. Aproximadamente el 90% de la población mundial es diestra, lo que significa que utiliza preferentemente la mano derecha para realizar actividades que requieren destreza y precisión. Existen varias teorías que intentan explicar esta inclinación mayoritaria hacia la diestralidad, y se pueden agrupar en factores biológicos, evolutivos y culturales.

1. Lateralización cerebral y funciones cognitivas:

  • Dominancia del hemisferio izquierdo: El cerebro humano está dividido en dos hemisferios, cada uno de los cuales controla el lado opuesto del cuerpo. El hemisferio izquierdo es responsable del control motor de la mano derecha y, en la mayoría de las personas, es también el centro del lenguaje y de funciones cognitivas superiores.
  • Especialización neuronal: La concentración de funciones lingüísticas y motoras finas en el hemisferio izquierdo podría haber favorecido la preferencia por la mano derecha, optimizando la eficiencia neuronal y reduciendo el tiempo de respuesta en tareas complejas.

2. Factores genéticos:

  • Herencia poligénica: Aunque no se ha identificado un «gen de la mano derecha», se cree que la preferencia manual tiene una base genética influenciada por múltiples genes. Estudios familiares muestran que la zurdera puede ser heredada, pero de manera no mendeliana, lo que indica una influencia genética compleja.
  • Epigenética: Factores ambientales que afectan la expresión génica durante el desarrollo fetal podrían influir en la preferencia manual, interactuando con predisposiciones genéticas.

3. Teorías evolutivas y adaptativas:

  • Uso de herramientas y cooperación: Durante la evolución humana, la coordinación y especialización en el uso de herramientas pudieron favorecer una mano sobre la otra. Una predominancia en la diestralidad habría facilitado la producción y uso de herramientas, así como la transmisión de conocimientos entre individuos.
  • Comunicación y lenguaje: Al asociarse el lenguaje con el hemisferio izquierdo, la sincronización entre comunicación y gestos manuales podría haber consolidado la preferencia por la mano derecha.

4. Influencias culturales y sociales:

  • Normas sociales históricas: En muchas culturas, la mano derecha ha sido asociada con lo positivo o correcto, mientras que la izquierda se ha vinculado con connotaciones negativas. Esto ha llevado a que, históricamente, se desincentive el uso de la mano izquierda.
  • Educación y adaptación: En algunas sociedades, los niños zurdos han sido obligados a utilizar la mano derecha para escribir y realizar otras tareas, aumentando artificialmente el número de personas diestras.
  • Herramientas y diseño: Muchos objetos y herramientas están diseñados para ser utilizados con la mano derecha, lo que puede reforzar la preferencia por esta mano incluso en individuos naturalmente zurdos.

5. Factores prenatales y desarrollo:

  • Asimetrías durante el desarrollo fetal: Se ha observado que desde etapas tempranas del embarazo, los fetos muestran una preferencia por chupar el pulgar derecho o izquierdo, lo que podría indicar una predisposición neurológica.
  • Hormonas y entorno intrauterino: Niveles hormonales y otros factores durante el desarrollo prenatal pueden influir en la lateralización cerebral y, por ende, en la preferencia manual.

Conclusión:

La predominancia de la diestralidad es el resultado de una combinación de factores biológicos, genéticos, evolutivos y culturales. Aunque no existe una respuesta definitiva, la mayoría de las evidencias apuntan a que la lateralización cerebral y la especialización del hemisferio izquierdo en funciones cruciales como el lenguaje y el control motor han jugado un papel fundamental. Además, las influencias culturales han reforzado esta tendencia a lo largo de la historia.

Es importante reconocer que la zurdera es una variación natural y normal de la especie humana. Los zurdos representan aproximadamente el 10% de la población y, aunque han enfrentado desafíos debido a normas sociales y diseños no inclusivos, también han contribuido significativamente en todos los ámbitos de la sociedad.

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