El insomnio es un trastorno del sueño muy común que puede provocar problemas de salud serios y afectar notablemente en nuestra calidad de vida.
El insomnio puede presentarse como la dificultad para conciliar el sueño cuando nos vamos a dormir, también porque nos despertemos de forma inesperada y con bastante frecuencia durante la noche, o bien que nos despertemos demasiado pronto y ya seamos incapaces de volver a conciliar el sueño.
En cualquiera de sus modalidades, el insomnio es un trastorno muy incómodo, molesto y cuyas consecuencias son muy negativas en nuestro organismo, cuando la situación se prolonga en el tiempo. Podemos padecer insomnio una noche y sentir el cansancio o la falta de energía al día siguiente, pero si conseguimos recuperar el sueño y volver a cumplir con el descanso necesario, nuestro cuerpo se recupera rápidamente.
Los efectos negativos llegan cuando llevamos mucho tiempo sin descansar adecuadamente ni dejar al cuerpo y la mente que se regeneren.
Existen determinados fármacos que pueden ayudarnos a evitar el insomnio, aunque hay que tener mucho cuidado en la administración de estos medicamentos, ya que pueden tener efectos secundarios o bien crear un efecto de dependencia y que nuestro organismo sea incapaz de volver a conciliar el sueño de forma natural.
En la mayoría de casos, el insomnio viene provocado por situaciones de estrés, preocupaciones diarias, ya sean del tipo laboral, familiar, económica, etc. o un estado anímico irregular, como la ansiedad.
La falta de descanso a largo plazo, puede provocar depresión, cansancio, irritabilidad, somnolencia durante el día, además de traer consigo otras consecuencias negativas, como desajustes en la alimentación, que pueden desencadenar en problemas de salud todavía mayores.
A veces, no le damos la importancia necesaria al descanso y la regeneración energética de cuerpo y mente durante el sueño y deberíamos prestar más atención a los problemas de insomnio para ponerle el remedio necesario cuanto antes.