Cuando un mamífero se enfrenta a una serie de amenazas, todos sus sentidos se disparan automáticamente entrando en funcinamiento el sistema simpático (responsable de la frecuencia cardiaca, la tensión arterial y el metabolismo) .
El cuerpo queda en un estado de alerta, la frecuencia cardiaca aumenta, la tensión arterial se eleva, el metabolismo se dispara. En definitiva el individuo se prepara así para el acontecimiento, ya sea para huir o luchar.
Otras veces esto no ocurre, y la persona, en lugar de mantenerse en alerta, huir o luchar, se queda en un estado de estupor, el sistema nervioso ha optado por hacer que la persona permanezca inmóvil.
Se activa el sistema Parasimpático (cuya función principal es mantener el estado de relajación de la mayoría de los sistemas del cuerpo, exceptuando sistemas como el digestivo, el urinario y el reproductor) perdiendo el control de los esfinteres, cangándonos o meándono literalmente de miedo.
Ante el terror desmedido o una cólera muy intensa se percibe el peligro con una agudeza superior a lo normal. Es en estos momentos cuando se produce un cambio brusco en el nivel de conciencia que tiene respuestas físicas que en algunos casos tiene consecuencias mortales.
Es algo que conocen muy bien los veterinarios, cuando al pretender capturar a algún animal estos mueren por estress.
muri, unbeso