Simbología de los colores en el medievo

Aunque no seamos conscientes el color tiene un poder que influye en nuestra vida. «fue un día negro», «lo ve todo de color rosa», «se puso verde de envidia», «rojo de ira», «blanco como un muerto», «te cayo un marrón», «principe azul»,etc.

Hubo una época en que el color se tenía como algo mucho más importante de lo que se considera hoy, un mero elemento decorativo. Se creia que el color  era uno de los símbolos más importantes y utilizaba el poder del color.

La primacía del color sobre la forma, era lo digno de cuidarse, el color y su simbolismo eran el objetivo principal de su pintura.

En la Edad Media cada color tenía un significado que ha dejado huella en  la liturgia y  la heráldica. A los cuatro elementos les corresponden cuatro colores: el azul al aire, el marrón a la tierra, el verde al agua y el rojo al fuego. El blanco, el rojo, el verde y el azul son colores benéficos que despiertan la alegría, mientras que el negro, el amarillo y el violeta evocan el duelo y la penitencia.

Veámos esto con más detalle.

El azul el más profundo y también el más frío de los colores. El azul un color inmaterial, símbolo del infinito siempre alude al más allá. El blanco y el azul, colores marianos. Por eso siempre se pintaban los mantos de la Virgen de azul y sus túnicas de blanco.

El rojo, color del fuego y la sangre, del corazón, encarnando el ardor y la fuerza impulsiva. Tanto desde el punto de vista sagrado como profano se asocia siempre a la juventud, la riqueza y el amor. Aunque también a la guerra.

El verde, significa el renacimiento, la esperanza. Lo vegetal, la fuerza y la inmortalidad. El verdor de los brotes de las plantas que, en invierno, parecen muertas. Es el anuncio de que surgirá una nueva vida.

El blanco, color de transición, lo que deja de ser para convertirse en otro. Por ello  el color de los espíritus, de los fantasmas, de lo onírico. También símbolo de afirmación, del poder, de la consagración. El color de la revelación, la gracia y la transfiguración. En el Evangelio de San Marcos, Jesús, junto con algunos apóstoles, cuando aparecía transfigurado, se representa con la transfiguración de sus vestimentas, «porque ellas resplandecían con tal blancura que ningún fulgor de la tierra podía hacerlo de ese modo”

El amarillo, color del sol, del oro. Color controvertido, que expresa la energía y el calor, elemento dador de vida y de seguridad ante la oscuridad de la noche; y al mismo tiempo símbolo de la envidia, del deseo del oro impropio, como el color de la bilis, amargo y amarillo. Color con el que se pintaba los gorros puntiagudo de los judios, a quienes se culpabiliza de la muerte de Jesus.

Muri, un beso

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