Aunque en muchos países occidentales estamos acostumbrados a burlarnos de los defectos más salientes de nuestros mandatarios, que en algunos casos es lo único que nos queda para salvarnos de todo lo que ellos nos hacen a nosotros, en China se supone que las autoridades políticas deben ser respetadas hasta las últimas consecuencias, y como es lógico, en ningún caso ser comparadas con un dibujo animado.
El caso es que en los últimos tiempos en este país asiático, se puso de moda, por decirlo de alguna manera, subir fotografías a los blogs opositores al Gobierno nacional, en los que se hace mención al aparente parecido que existe entre el personaje animado Winnie Pooh, con el presidente del país, Xi Jinping, a quienes podemos ver en la imagen que acompaña el artículo.
De hecho, para colmo de males, los más ingeniosos han aprovechado las últimas reuniones mantenidas entre el máximo mandatario chino y su par norteamericano, Barack Obama, para realizar una comparación ya no sólo con Pooh, sino agregando a Tigger, el tigre que es el mejor amigo del oso, y que para ellos tiene un gran parecido con el demócrata.
Justamente, varios medios internacionales se han hecho eco de una imagen en la que se ve a los dos líderes mundiales caminando juntos en California, la cual guarda “grandes similitudes con la de los dos personajes de ficción”, de forma que se transformó en una situación intolerable para las autoridades asiáticas, que han decidido actuar al respecto.
El hecho es que los organismos encargados de la difusión de materiales en China ha establecido que el oso Pooh no puede aparecer en ningún artículo que haga mención al presidente ni a ninguna de sus apariciones públicas, como si este pobre personaje tuviera la culpa de parecerse a la autoridad local, que en este caso no se ha tomado la broma con humor.
