Los búhos son una de esas especies de animales que poco tienen que ver realmente con las demás que podemos llegar a encontrar en la naturaleza, partiendo de la base de la típica característica destacada siempre, que tiene que ver con ese clásico movimiento de cuello que pueden realizar y que les permite quedar mirando a 180º de la posición frontal de su cuerpo, lo que es aún más sorprendente porque los humanos están lejos de ello.
En líneas generales, debemos señalar que estas simpáticas aves tienen características bien definidas que en conjunto las hace únicas, y entre algunas de ellas podemos mencionar, por ejemplo, que existen dos categorías principales de búhos, divididas en los búhos concretamente, y en las lechuzas, que muchas veces suelen ser confundidos, aunque los primeros tienen la cabeza más grande y redonda, y las segundas más pequeña y en forma de corazón.
De igual modo, otro elemento a considerar en este caso tiene que ver directamente con que si bien los búhos tienen muchos elementos conformantes que no poseen otras aves, también les falta uno que sí poseen todas las demás, como es el caso del buche, de forma que todo lo que traga pasa a ser digerido directamente por el estómago.
Como bien mencionábamos al principio, de seguro la característica más sustancial de los búhos tiene que ver con que pueden girar su cabeza en todos los sentidos, gracias a las 14 vértebras de su cuello, y además cuentan con una excelente adaptación a cualquier tipo de clima, lo que demuestra el hecho de que se encuentran en todo el planeta, sólo a excepción de la Antártida.
Si piensas acercarte a los búhos, en tanto, debes tener en cuenta que estos animales sólo atacan al hombre cuando se sienten amenazados, más que nada si tienen huevos o polluelos jóvenes que proteger.
