Sabemos que en todo el mundo existen empleos de los más normales, y otros tantos que sólo son llevados a cabo por algunas personas. Por eso, recientemente hacíamos un relevamiento en nuestro blog hermano Webmaníacos, acerca de cuáles eran los trabajos menos frecuentes de todo el planeta, y ahora, queremos revisar aquí cuáles pueden ser considerados los más peligrosos, porque están directamente referidos a la ciencia.
Por ejemplo, el primero de ellos es el ser buzo de cuevas submarinas. Aunque uno no podría imaginarse ni siquiera demasiado bien de qué se trata, los informes del Journal of Aquatic Research and Education, señalan que unas 30 personas por año que ejercen esta profesión han muerto al quedar atrapados, por falta de aire. Realmente terrible. Algo parecido sucede, además, con los denominados “buzos de saturación”.
Por otro lado, así como seguro sabes que hay personas que se encargan de ordeñar las vacas, en este caso nos encontramos con quienes trabajan directamente “ordeñando el veneno” de distintos seres vivos que los contienen en su interior. Ellos deben tomar serpientes, por ejemplo, presionar los colmillos del animal en un plato plástico para obtener el producto, aunque claro, puede fallar.
El trabajo de astronauta, más allá de la gloria que lo recubre, es otro de los que puede significar un riesgo de vida terrible. De hecho, fuera de la evidente posibilidad de morir en el espacio, cuando regresan a la Tierra, estas personas sufren problemas como atrofia muscular y huesos debilitados por la poca gravedad.
Finalmente, otros dos empleos a los que tenemos un acceso más bien directo por los canales como Discovery Channel, y que son sumamente riesgosos, están relacionados con el ser cazador de tormentas, o también, fisiólogo de cocodrilos. El problema en ambos casos es que acercarse poco nos deja sin trabajo, y acercarnos por demás puede costarnos la vida.
