Julio Cortázar ha sido indudablemente uno de los más grandes de la literatura argentina y de América Latina, por no decir de toda el habla hispana, y un referente internacional de esta lengua. Ahora, cuando se cumple hoy mismo medio siglo del lanzamiento de su obra cumbre, Rayuela, nosotros asistiremos a muchos de los homenajes a modo de publicaciones que se llevarán a cabo.
De hecho, lo más saliente del caso es que el propio Cortázar parecía consciente de la relevancia que tendría Rayuela a futuro, cuando antes de su publicación, el 28 de junio de 1963, le afirmó a su representante y traductor, Paul Blackburn, que “será una especie de bomba atómica en el escenario de la literatura latinoamericana”.
Cortázar, quien luego manifestó en muchas ocasiones que ese libro en realidad eran muchos libros, pero por sobre todo dos, era para ese entonces reconocido en todo el mundo, escritor vanguardista, traductor de la UNESCO, con dominio del inglés y el francés, instalado en París desde 1951, y un admirador de los procesos revolucionarios que se llevaban adelante en América Latina, aunque Rayuela dejó todo ello en segundo plano, claro está.
Como parte de la trascendencia histórica indudable que ha tenido Rayuela, además, debemos destacar que el próximo mes de octubre, la editorial Alfaguara también publicará un “Cortázar inédito”, como han decidido denominar un nuevo libro, en el que se desgranan algunas facetas del escritor que apenas si han sido conocidas, ya no durante su vida, sino incluso hasta el día de hoy.
Incluso, como parte de ese compilado que a todas luces se presenta imperdible para los amantes de Cortázar, debemos decir que se estarán recopilando las lecciones de literatura que dio el escritor en Berkeley, Estados Unidos, allá por comienzos de la década de 1980, las cuales no han sido prácticamente divulgadas hasta el momento.