Autores reconocidos luego de su muerte

Stieg Larsson

El mundo de los escritores muchas veces no es el más grato, no porque las pagas no sean demasiado buenas, o porque uno tenga que rebuscárselas por sí sólo para ser exitoso. Lo peor, es que en una gran cantidad de oportunidades, grandes escritores han sido reconocidos luego de su muerte, y por eso queremos enseñarte cuatro casos de los más resonantes en este sentido.

El primero de ellos es el del sueco Stieg Larsson, quien nació en 1954 y no fue demasiado reconocido sino hasta su muerte en el año 2004. Su principal obra consistió en investigar conexiones entre los nazis y el poder financiero de su país, lo que hizo por 30 años. A los pocos meses de su muerte, Sony compró los derechos para llevar sus libros a la pantalla grande.

Un caso igual o incluso más dramático fue el del norteamericano John Kennedy Toole, quien se suicidió cuando apenas tenía 32 años, en 1969, debido a que no podía convencer a las editoriales de que acepten su manuscrito. Sin embargo, su madre sí llegó a publicar “La Conjura de los Necios”, y ganó el Pulitzer póstumo en 1981.

Si viajamos al otro lado del mundo, concretamente a Argentina, nos encontramos con el caso de Salvador Benesdra, muerto en 1996, quien fue un periodista especializado en la metamorfosis del socialismo en el mundo. Cuando decidió arrojarse de un balcón debido a su escaso reconocimiento, su historia comenzó a correr de boca en boca, y así se hizo famoso tras su muerte.

En Colombia hubo un caso parecido, el de Andrés Caicedo, quien creía que vivir más de 25 años era una locura, por lo que se quitó la vida poco tiempo después de que fuera publicada su única gran obra, “Que viva la música”, la que le ha dado un nombre en todo el mundo.

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