Células espejo- origen de la empatía y del aprendizaje social

Neuronas espejo

Las neuronas espejo dan la explicación a ciertos modos de aprendizaje que hasta ahora no tenían explicación. En mi caso concreto, soy de las personas que aprende mirando. Tengo memoria visual, de hecho aprendí a subir la cuerda, en una prueba física, sólo viendo hacerlo a mis compañeros. Subí los cinco metros a la primera No sólo eso, se me pone muy cuesta arriba aprender cualquier cosa si no dispongo de alguna imágen asociada a ello. Este artículo da respuesta a este tipo de aprendizaje y a otros en los que podéis veros identificados.

Que disfruteis.

Os pongo un estracto del artículo  «Cells That Read Minds» publicado en The New York Times. Traducido por Patricia Calé  en www.atinachile.cl , que considero resume muy bien el hallazgo.

Células que leen la mente.

En un caluroso día de verano, 15 años atrás en Parma, Italia, un mono se sentó en una especial silla de laboratorio esperando que los investigadores retornaran del almuerzo. Unos delgados alambres habían sido implantados en la región de su cerebro relacionada con la planificación y la realización de movimientos. Cada vez que el mono tomaba y movía un objeto, algunas células en esa región del cerebro se dispararían, y un monitor registraría un sonido : brrrrrip, brrrrrip,. Un estudiante graduado entró al laboratorio con un cono de helado en su mano. El mono lo miró. Entonces algo asombroso sucedió : cuando el estudiante levantó el cono hacia sus labios, el monitor sonó – brrrrrip, brrrrrip,??? aunque el mono no se había movido, sino simplemente había observado al estudiante tomando el cono y moviéndolo hacia su boca. Los investigadores, liderados por Giacomo Rizzolatti, un neurocientista de la Universidad de Parma, había notado con anterioridad, el mismo extraño fenómeno con maníes. Las mismas células cerebrales se dispararon cuando el mono observaba humanos u otros monos traer maníes a sus bocas o cuando él mismo llevaba un maní a su boca. Más tarde, los científicos encontraron células que se disparaban cuando el mono rompía un maní, o escuchaba que alguien rompía un maní. La misma cosa pasaba con plátanos, pasas y toda clase de otros objetos. «Nos tomó varios años creer lo que estábamos viendo», dijo el Dr. Rizzolatti en una reciente entrevista. El cerebro del mono contiene una clase especial de células, llamadas neuronas espejo, que se activan cuando el animal ve o escucha una acción y cuando el animal lleva a cabo esta acción él mismo.

Los seres humanos, tienen neuronas espejo que son de lejos mucho más inteligentes, más flexibles y más altamente evolucionadas que cualquiera de aquellas encontradas en los monos, un hecho que los científicos dicen refleja la evolución de las sofisticadas habilidades sociales de los humanos. El cerebro humano tiene múltiples sistemas de neuronas espejo que se especializan en llevar a cabo y entender no sólo las acciones de otros sino también sus intenciones, el significado social de sus comportamientos y de sus emociones. Somos exquisitas criaturas sociales, dijo el Dr. Rizzolatti. Nuestra supervivencia depende de entender las acciones, intenciones y emociones de los otros. Continuó, «Las neuronas espejo nos permiten tomar las mentes de otros no a través del razomamiento conceptual sino a través de la simulación directa. Por el sentir, no por el pensar». El descubrimiento está haciendo temblar numerosas disciplinas científicas, cambiando la comprensión de la cultura, empatía, filosofía, lenguaje, imitación, autismo y psicoterapia. Las experiencias de cada día están también siendo vistas a una nueva luz. Las neuronas espejo revelan como aprenden los niños, porqué la gente responde a ciertos tipos de deportes, danza, música y arte, porqué mirar violencia en los medios puede ser dañina y porqué a algunos hombres les gusta la pornografía.

En un estudio publicado en Marzo 2005 en la Biblioteca Pública de Ciencias, el Dr. Iacoboni y sus colegas reportaron que las neuronas espejo podían discernir si otra persona iba a tomar una taza de té, planeaba beber de ella o si la iba a retirar de la mesa. Las neuronas espejo proveen una base biológica muy poderosa para la evolución de la cultura», dijo Patricia Greenfield, una psicóloga de la U.C.L.A. que estudia desarrollo humano. Hasta ahora, los estudiantes han tratado la cultura como fundamentalmente separada de la biología, dijo ella. «Pero ahora que vemos que las neuronas espejo absorben la cultura directamente, con cada generación enseñando a la siguiente al compartir socialmente, por imitación y observación.»

Muri, un beso.

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