Este será el tercer y último post sobre esta interesante narración. Como veis ha dado para mucho.
Los acontecimientos históricos en los que se cree basada esta historía básicamente son dos. Una basada en un movimiento forzoso de personas y la segunda basada en las cruzadas.
1ª Durante los siglos XII y XIII el Imperio Germánico, experimentó una continua expansión colonial hacia el sur y hacia el este, estimulada por el crecimiento de la población. En ese período, la inestabilidad de las dinastías reales ayudó al fortalecimiento de los principados tanto seculares como religiosos. Los príncipes tenían libertad para construir fortalezas, explotar los recursos naturales y ejercer la justicia en sus dominios.
Es en este periodo cuando se cree que alguno de los nobles o principes de la época pudo haber elegido como colonizadores a los niños de la zona incluyendo a los niños de Hamelin.
No creo en esta historia, cuando se cambia a la población no se hace solo con los niños, sino que son familias enteras las que se trasladan.
2ª Los diferentes fracasos de las cruzadas por reconquistar las tierras santas originó que algunos personajes, a través de revelaciones divinas, se creyeran elegidos por dios como sus representantes en la tierra, y anduvieran reclutando gente para una nueva cruzada. Hubo, en este sentido dos cruzadas de los niños, la primera ocurrió en 1212 y fue un desastre, pereciendo la casi totalidad de ellos. Y una segunda, en 1284.
Esta segundo reclutamiento, sucedió exclusivamente en Alemania y más concretamente en el condado de Brunswick, al que pertenece el pueblo de Hamelín.
Cuenta la historía que se presentó allí un muchacho, Nicolas de Colonia, contando como había tenido una revelación. En ella Dios le había elegido como responsable de un nuevo reclutamiento para una cruzada. Con su verborrea instaba a los niños a ir a Tierra Santa y reconquistar los Sacros lugares. Solo los limpios de corazón podrían realizar semejante proeza. Solo los inocentes podrían, con la ayuda de Dios, expulsar a los paganos invasores.
Y esa limpieza e inocencia no la encontraríamos nunca en los duros e insaciables corazones de los adultos, más interesados en su vida terrenal que en el reino de los cielos. Los únicos que tenían todas las características para realizar la misión eran los niños a los que solo motivaba el amor a Dios y a los Santos lugares, pues su mente no estaba aun carcomida por el deseo de poder y de prestigio.
Nicolas, llego a reclutar cerca de 20.000 niños. Todos juntos se encaminaron hacia los Alpes. Las malas condiciones en las que viajaban, la juventud de los niños, para realizar un viaje tan largo, causaron por el camino la muerte de muchos niños. Pero fue en los Alpes cuando miles de niños mueren de agotamiento, hambre y de frio.
Ante semejante locura el Papa Martín IV anulo la cruzada, ordenando volver a sus casas a todos los niños sobrevivientes de aquella locura.
Esta versión es la que tiene más elementos que encajan con el cuento. Un extraño que convence a los niños y se le siguen a un lugar mejor y maravilloso. Y los que regresan, como el cojito que no pudo seguir a sus compañeros, de nuevo al pueblo.
Pero se me sigue quedando corta, pues a pesar de las coincidencias son otros los elementos que quedan fuera.
Los niños en el cuento no mueren, aparecen en otro lugar.
El extranjero es de piel oscura y viste como los abuelos del pueblo, osea como hace mucho tiempo.
Una de las moralejas es el castigo para los que no cumplen su palabra, y en este hecho histórico no aparece.
La plaga de ratas, un hecho significativo. Parece ser que tenían un problema de dificil solución, podían ser las ratas o cualquier otro. Esto, tampoco entra en esta explicación.
Cuando me contaron este cuento de niña le di más importancia al hecho de que se llevaran a los niños. Ahora de adulta, mi atención se centra en el incumplimiento del contrato por parte del concejo del pueblo. El hecho de que se lleven a los niños es solo la consecuencia de los actos de los ineptos mandatarios. En los que tampoco interviene la gente del pueblo, que si les hubieran preguntado seguro que habrían dado el dinero. Y eso tampoco aparece en esta explicación.
No creo que ninguno de estos dos hechos sea la base para el cuento.
Fuente: La rosa de los vientos. Carlos Canales y Jesus Callejo.
mury, un beso