El fondo de la Fosa de las Marianas, ubicado a una profundidad de alrededor de 11 kilómetros debajo del nivel del mar, en medio del Pacífico occidental, es considerado el sitio más profundo de la Tierra, y por lo tanto, un espacio que ha desvelado al hombre desde siempre. Ahora, y gracias a la innovación tecnológica y a la incertidumbre científica, sabemos que el mismo poseen bacterias en su interior.
Por este motivo, y luego de una serie de investigaciones al respecto, es que los especialistas pudieron entender que en el fondo de la fosa existe una comunidad bacteriana muy activa, mucho más de lo que podía esperarse, dado que en el ambiente del lugar, hay una presión realmente extrema, de alrededor de 1.100 veces más que la que podemos encontrar al mismo nivel del mar.
Entre los elementos que más sorprendieron a los científicos al respecto, no podemos dejar de mencionar por ejemplo, el hecho de que la zanja de sedimentos, cuenta con aproximadamente diez veces más de bacterias que los sedimentos de la llanura abisal, y que pueden encontrarse a mitad de camino, es decir, entre los 5 y 6 kilómetros de profundidad.
De este modo, y sin dejar de tener en cuenta que las fosas marinas como la de las Marianas sólo son el 2% del Océano Mundial, los investigadores han dado con un elemento, como lo es la existencia de bacterias, que no solían considerar a la hora de estudiar estos sitios, y que a partir del desarrollo de los estudios del Centro Nórdico de Evolución de la Tierra en la Universidad del Sur de Dinamarca, estarán en boca de todos.
Para poder llegar a esta serie de conclusiones, el equipo del caso, trabajó especialmente en el diseño de un robot, que toma distintas consideraciones y elementos aleatorios, para medir la presencia de las bacterias, ubicado a cuatro metros de altura sobre el nivel del mar, con un peso de más de 600 kilogramos, y sensores ultra-finos para captar toda la información.