La primera vez que se celebró la feria, denominada simplemente Feria del Libro, fue del 23 de abril, fecha del aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes, del año 1933.
Su origen podemos encontrarlo en la creación en Barcelona del Centro de la Propiedad Intelectual en 1900 y con la fundación en Madrid de la Asociación de la Librería de España al año siguiente.
Desde finales de 1910 se produce una aceleración de la actividad editorial. Con la dictadura de Primo de Rivera el libro se convierte en refugio para la libertad de expresión, ya que la censura no se aplicaba a las publicaciones con más de 200 páginas, siendo a mediados de 1920 el lugar en el que se producen los movimientos políticos y culturales que llevarán a la II República.
Los efectos será que el libro deja de ser patrimonio de una minoría.
Va tomando forma la idea de un Día del Libro que tomara cuerpo cuando en 1926 y por real decreto quede decido que cada 7 de octubre /fechas que se considera como la del nacimiento de Cervantes) se celebrara una fiesta dedicada al libro español .La fiesta del libro español iría acompañada de ceremonias en academias, universidades y escuelas varias además de incitar a libreros y editores a realizar un descuento del 10% en la venta de los libros.
La expansión de las editoriales darán lugar a la creación de nuevas colecciones a bajo precio y una literatura de orientación claramente progresista. La publicación de libros, en los que la novela no se encuentra entre los más vendidos, se alcanza en 1933 siendo el caldo de cultivo para la creación de la Feria del Libro.
La Feria del Libro se celebraría pues a finales de Abril en el paseo de Recoletos, veinte serán los puestos que exponen y venden libros con un descuento del 10% a lo largo de una semana.
Aunque de carácter privado la Feria se encuentra dentro de la planificación cultural de la II República, ya que de la cultura depende el porvenir la democracia y el progreso. Los españoles deben elevar su nivel cultural para estar a la altura de los países más avanzados.
A esta primera Feria del libro no se unirían lo editores de Barcelona ni los libreros de Madrid al considerarla competencia desleal.
En la inauguración de esta I Feria estuvieron las máximas autoridades republicanas. El resultado es todo un éxito.
En 1934 el exito llevó la construcción, a cargo de la Agrupación de Editores Españoles, de camiones-stands, librerías ambulantes que surcan con éxito los territorios más remotos de España, incluso informa al diario, El Sol, de un proyecto de barcos que navegarían a lo largo de las costas de América y de los que saldrían camiones que inundarían de libros el interior del continente.
Es también en 1934, cuando tras el cambio de mayoría política, se rompe la consonancia entre acción gubernamental y actuación de la Cámara Oficial del Libro, algo que no afecto a la Feria. Aumenta su duración a 11 días así como el número de puestos y el volumen de negocio, participando editores de Barcelona y el Gobierno de Méjico.
La Feria del año 1935 es patrocinada por el Ayuntamiento de Madrid y en que se montan 33 casetas y dura 19 días. Algunos libreros participan esta vez en el acontecimiento. A las actividades asociadas que vienen siendo habituales se añaden en esta ocasión espectáculos de guiñol y de teatro a cargo de Federico García Lorca (el autor que más vende en la feria, según algunos comentarios periodísticos) y de La Barraca. El volumen de negocios conoce un nuevo aumento, a pesar del mal tiempo.
En 1936, se produce un nuevo cambio político vuelve el respaldo oficial, con más fuerza aún. La Feria recibe el título de Feria Oficial del Libro de Madrid y es inaugurada por el presidente de la República, el presidente del Gobierno, varios ministros, el gobernador civil y el alcalde de Madrid. Pero el número de participantes y su duración es menor.
El ambiente político y social no es el más propicio, los editores y libreros participantes son menos y las ventas se reducen.
En el clima de aguda polarización que conoce España durante esos años, un acontecimiento como la Feria del Libro no podía dejar de ser interpretado desde el punto de vista político y social. La prensa diaria de Madrid, en los artículos que le dedica, lo deja traslucir.
A dos meses de que el país se hunda en la guerra civil la Feria de 1936 coloca, las casetas otra vez en Recoletos. Destaca el multitudinario “Día del Niño”, pero público y facturación (200.000 pesetas) bajan.
La ciudad es un hervidero de violencias.
Como podéis apreciar en solo 4 años de vida de la II República se dieron tres cambios de gobierno, evidentemente la situación política era insostenible por ambos bandos. Pero a pesar de ello, la cultura y el ansia de conocimiento no pudo ser detenido.
Fuente: Las ferias del libro y la prensa de Madrid bajo la II República
mury, un beso