Cada año, cuando las hojas comienzan a caer y la noche cae temprano, las calles se llenan de brujas, fantasmas y todo tipo de monstruos que van de puerta en puerta con una frase en la boca: «Truco o trato». Lo que muchos no saben es que detrás de esta tradición y los montones de caramelos, chocolates y golosinas que llenan las bolsas de los más pequeños, hay una rica historia que combina antiguas festividades, tradiciones inmigrantes y astutas estrategias de marketing.
Los Inicios Pagano-Cristianos
Para entender cómo comenzó todo, tenemos que retroceder en el tiempo hasta las antiguas celebraciones celtas del Samhain, que marcaban el final de la temporada de cosecha y el inicio del invierno. Durante esta noche, se creía que el velo entre el mundo de los vivos y el de los muertos se adelgazaba, permitiendo a los espíritus pasar entre ambos mundos.
Para aplacar a estos espíritus y asegurarse una buena cosecha al año siguiente, los celtas dejaban ofrendas de comida y bebida fuera de sus hogares. A medida que el cristianismo se expandió por Europa, estas tradiciones paganas se fusionaron con festividades cristianas, como la Víspera de Todos los Santos. Fue durante este período que surgió la práctica del «souling», donde los pobres iban de puerta en puerta ofreciendo rezos por las almas de los muertos a cambio de pasteles llamados «soul cakes».
La Tradición Cruza el Atlántico
Con la llegada de inmigrantes europeos a América del Norte, estas tradiciones se mezclaron y evolucionaron. En particular, los irlandeses, que emigraron en grandes números debido a la Gran Hambruna, trajeron consigo la tradición del Samhain. Sin embargo, no fue hasta el siglo XX que «Trick-or-treating» (Truco o trato) empezó a parecerse a lo que conocemos hoy.
Inicialmente, la noche de Halloween era más conocida por las travesuras que por los tratos. Los jóvenes jugaban bromas que iban desde lo inofensivo hasta lo destructivo. Pero, en un intento por frenar estos actos y darle un giro más comunitario y familiar a la celebración, la tradición de vestirse y pedir dulces comenzó a popularizarse en los años 20 y 30 en Estados Unidos.
El Auge de la Industria del Dulce
Al ver el potencial comercial de esta festividad, las empresas de dulces no tardaron en subirse al carro de Halloween. Durante la década de 1950, empresas como Hershey’s y Mars vieron la oportunidad de promover sus productos durante esta festividad. Empezaron a producir envases especiales y a promocionar sus productos como el regalo perfecto para los pequeños monstruos que llamaran a la puerta.
Con el tiempo, los dulces se han convertido en una parte esencial de Halloween. La industria ha evolucionado, ofreciendo productos cada vez más innovadores y adaptados a esta noche: desde caramelos con forma de dedos y ojos hasta chocolates envueltos en papel con temática de Halloween.
Trick-or-treating Hoy en Día
Hoy en día, «Trick-or-treating» es una tradición establecida en muchos países del mundo, aunque con variaciones locales. Aunque los dulces siguen siendo el centro de atención, ha habido un esfuerzo en algunos lugares por promover opciones más saludables o incluso juguetes pequeños como alternativa.
El resumen
«Truco o trato» es más que una simple frase que los niños pronuncian en busca de dulces. Es una tradición con raíces profundas, que ha sobrevivido y se ha adaptado a través de los siglos, fusionando antiguas creencias paganas con prácticas cristianas, y finalmente siendo moldeada por las influencias comerciales de la sociedad moderna. La próxima vez que abras la puerta a un grupo de pequeños monstruos, recuerda que estás participando en una tradición que ha viajado a través del tiempo y el espacio, adaptándose y evolucionando, pero siempre manteniendo su esencia festiva y comunitaria.