El deporte rey, el Fútbol, está de enhorabuena, por fin la FIFA, la Federación Internacional de Fútbol Asociado, admite los millones de quejas que en cada competición surgen por errores arbitrales por falta de “agudeza visual”. Los últimos y más escandalosos, los protagonizaron el mismo equipo (ya les viene por costumbre, recordemos su Mundial 66), la Selección Inglesa de Fútbol, primero como víctima y luego más favorecidos. En el Mundial del 2010, fueron perjudicados al no darse por válido un gol que suponía el empate contra Alemania, cuando el balón había traspasado la línea de meta, y acabaron perdiendo el partido. El más reciente ocurrió en el enfrentamiento de Inglaterra contra la anfitriona Ucrania, en la Eurocopa 2012, con un gol fantasma que no lo fue tanto, ya que en el estadio, como en las imágenes en directo emitidas por televisión, se vio claramente como rebasaba la línea de gol tras el disparo del delantero ucraniano.
Desde hace bastantes años, diversas asociaciones y el público en general, demanda la utilización de la tecnología y menos protagonismo al ser humano que juzga todas esas situaciones comprometidas y decisivas a la hora de apreciar si el balón ha traspasado las líneas de demarcación del terreno de juego. En nuestro caso, con la Selección Española, recuerdo el golazo de Michel contra Brasil, que no fue concedido, o el gol anulado contra Corea, porque creyó el linier, el balón había rebasado la raya del corner previamente a la asistencia. Al fin, tanto la FIFA como la UEFA, han acordado adaptarse, como en otros deportes hacen desde mucho tiempo atrás: tenis, fútbol americano, hokey hielo, etc., y emplear mecanismos fiables para comprobar estas situaciones.