Una partitura para cada motor

Normalmente los fabricantes de automóviles muestran especial atención en reducir el sonido que emana el motor de un coche, para así garantizar el confort y la tranquilidad del usuario. No obstante, existen ciertas excepciones, de forma que algunas empresas deciden potenciar al máximo este sonido y lo acaban convirtiendo incluso en una marca.

Se trata de algunos fabricantes de automóviles deportivos, tales como Ferrari, McLaren o Porsche. Tanta es la preocupación que sienten por el ruido del motor, que incluso poseen un departamento específico que trabaja en componer un sonido particular con cada nuevo modelo.

El departamento de acústica está presente en todas las empresas automovilísticas, pero mientras los especialistas en deportivos trabajan por resaltar el ruido del motor, marcas como Audi, Mercedes o Lexus se esfuerzan en insonorizarlo totalmente. Y es que, en el caso de los deportivos, se persigue el objetivo de conseguir que el sonido de los modelos de calle recuerde a los coches de competición.

El motor de un Ferrari, por ejemplo, puede distinguirse antes escuchándose que viéndose. El director de comunicación de la casa, Stefano Lai, cuenta que cada modelo ruge de forma distinta y que ello se debe a que, antes de fabricar un coche en serie, un músico se reúne con los técnicos y juntos deciden cómo debe sonar el motor.

Tal es la pasión que puede existir por el sonido Ferrari, que incluso se comercializan cd’s en los que están grabados los rugidos de los motores. De hecho, músicos como Eric Clapton, Nick Mason o Jamiroquai sienten auténtica pasión por estas «sinfonías». Éste último incluso incluye en el comienzo de uno de sus temas la aceleración de su Diablo SV.

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