En todos los tiempos, el hombre ha sentido la necesidad de fijar los acontecimientos más importantes para la cultura a la que pertenecía y de la que se sentía partícipe. Si en un principio, estos tuvieron un origen mágico, para motivar la caza o el día de los matrimonios o el periodo de los fríos intensos no lo sabemos. Si conocemos cómo en su evolución, llegó a manos de pequeños grupos escogidos, sacerdotes, que ostentaban el poder con los dioses y de aquí pasó a otras manos que ostentan el poder económico dirigido por la política.
Fuera del mundo occidental, se crearon igualmente calendarios. De ellos aun hoy en día, en el mundo tan globalizado que habitamos, siguen en vigor.
Los árabes y hebreos seguían el calendario babilónico. Mahoma, jefe político y religioso, al conquistar estos territorios, convirtiéndolos en musulmanes, prohibió esta práctica y así mismo el calendario solar. El calendario musulmán tiene doce meses donde se alternan los 30 y los 29 días con un total de 354 días. Para modificar el desfase durante treinta años los últimos meses de esos treinta años llevan treinta días. Según este calendario 34 años musulmanes equivalen a 33 del calendario occidental con una diferencia de 5 o 6 días.
Algunos pueblos de África tienen un calendario que determina los días festivos con la celebración de actos religiosos o mágicos. El calendario y establecer de estos días corresponde a los sacerdotes de los santuarios más importantes. Se denominan «calendarios parlantes» ya que no existen registros por escrito de ellos. Estos calendarios señalan la gran importancia relogiosa de los calendarios y se transmiten de generación en generación de forma oral y entre los sacerdotes.
En China el calendario fue desde el principio basado en el ciclo solar. Su origen se asocia con el Emperador Amarillo (Huang Di), alrededor del año 2637 a.C., cuando introdujo 5 ciclos de doce años. Cada uno queda representado con un animal: Rata, Toro, tigre, Liebre, Dragón, serpiente, Caballo, Oveja, Mono, Perro y Cerdo. Los historiadores sitúan sus orígenes hacia la mitad de la dinastía Shang (1300 a.C.), cuando se tiene la primera constancia documental. La elaboración del calendario estaba encomendada a los astrónomos, saliendo de la rama religiosa pero no de la mágica. Pero era encomendada por el poder político.
Calendario precolombinos de mesoamérica. La casta de los sacerdotes maya, llamada ah kin, eran los responsables y poseedores de los conocimientos matemáticos y astronómicos con los que crear los calendarios que interpretaban de acuerdo a su cosmovisión religiosa, los años que iniciaban, los venideros y el destino del hombre. Era un calendario solar, el año comenzaba con el solsticio de invierno y estaba dividido en cuatro estaciones.
En todos los casos es el poder de los dioses o de fuerzas externas al hombre, lo que ha determinado que se distribuyera el tiempo de una u otra manera.
muri, un beso
