Cómo aparecieron las notas musicales

La primera notación musical se la debemos a los griegos. Se sabe con certeza que se desarrolló y surgió sobre el año 500 a.C. la notación alfabética.

Usaban el alfabeto antiguo para la música instrumental y el jónico, más moderno, para la vocal.

Una canción grabada en una tumba en Seikilos. Las filas de letras mayúsculas indican los sonidos, y los signos sobre esas letra la duración de dichos sonidos. Las dos líneas con las letras pequeñas son el texto, cuya traducción es la siguiente:

«Brilla, mientras estés vivo, no estés triste, porque la vida es por cierto corta, y el tiempo exige su retribución.»

Fue copiado por los romanos, hasta que en el siglo V d.C.

Un monje, Boecio, lo cambió por el alfabeto latino y emparejo las notas de la siguiente manera: A es La; B es Si; C es Do; D es Re; E es Mi; F es Fa y G es Sol.

En el siglo X otro monje, Guido D’Arezzo, tomando el Himno a San Juan, da nombre a las letras musicales al asociar  cada nota con la primera sílaba del himno.

Ut queant laxis/ Resonare fibris/ Mira gestorum/ Famuli tuorum/ Solve polluti/ Labii reatum/ Sancte Ioanes”

Traducción:»Para que tus siervos puedan volver a cantar con bien templadas fibras tus hechos admirables, limpia la mancha de nuestro labio pecador, ¡Oh, San Juan!»

De esta manera, se dio nombre a las seis primeras notas : UT (DO), RE, MI, FA SOL y LA.

Como la sílaba tu (ut) era difícil de cantar, se cambió en el S. XVII por DO. Se incorpora la nota SI en el S. XVI, tomando para su nombre las iniciales de San Juan (Sancte Ioanes).

¡Felices regalos a todos!

muri, un beso

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