Vaya, a partir de ahora, cuando me digan que tengo memoria de pez, tendré que tomármelo como un cumplido y no en la forma peyorativa que se pretende o eso podemos sacar de las conclusiones de los estudios que se han realizado en Australia, más concretamente en el Instituto de Tierra, Sociedad y Agua de la Universidad Charles Sturt y conducido por el científico Kevin Warburton.
Y es que a diferencia de lo que se cree, los peces son capaces de recordar su depredador durante un largo periodo tras un único encuentro con él. Otro de los comportamientos que también se han estudiado, es cuando uno de los peces cae por error en la trampa de un anzuelo, si el individuo consigue zafarse de él, también es difícil que vuelva a caer en la misma trampa. Así que apartir de ahora, si vas de pesca con tus familiares o amistades, recuerda este dato y no comentes a bote pronto que no hay peces en la zona y piensa en la imagen superior que acompaña esta entrada de tipo burlona.
Otro de los comportamientos que a los científicos les llamó la atención, es que suelen recordar el hábitat más idóneo tanto para su protección como para alimentarse y así trazarse ellos mismo «sus rutas favoritas», como también suele ser habitual que elijan a sus compañeros de aguas y sumarse a bandadas, gracias a la alta protección que esto conlleva.
Vía: BBC Mundo