Mup la proteina antidepredadores

Os imagináis si pudieramos tener un detector de personas antisociales, evitaríamos que estuvieran en lugares de poder tanto económicos como políticos o religiosos. Que distinto sería el mundo.

De momento solo  lo han encontrado en los ratones,( a estos animalitos habría que ponerles un monumento tan grande como la labor científica que han desarrollado para el hombre). Se sabe que los ratones tienen muy mala vista y se creía que era a través de sus bigotes y del olfato como detectaban a sus depredadores.

Más tarde descubrieron en muchos vertebrados el órgano de Jacobson, también llamado vomeronasal, localizado en el hueso de vomer que se encuentra entre la boca y la nariz. Este órgano está lleno de células receptiva de detectan ciertas partículas químicas, como por ejemplo las feromonas  o el olor de los depredadores.

Estudios científicos demostraron que en los humanos  como en  otros animales, incluyendo cetáceos, algunos murciélagos y simios, el órgano vomeronasal no es funcional. Existen, sin embargo, evidencias de que el órgano vomeronasal no se atrofia y permanece funcional durante la vida. A si que es un misterio cual es  su función en estos animales y humanos.

Ahora, cuales eran las partículas que activaban la presencia de depredadores en los ratones.

Esa era la respuesta que quería obtener la profesora Lisa Stowers, quien dirigió el estudio en el Instituto Scripps de Investigación, en La Jolla, California, USA . Los resultados fueron explicados por los científicos en la revista Cell.

Lisa Stower

Se hicieron dos grupos de ratones, unos con todos sus órganos olfativos intactos y un segundo grupo al que se le había eliminado el órgano de Jacobson. Introdujeron en las jaulas de los dos grupos bolas de algodón impregnadas con los diferentes olores de sus depredadores, saliba de gato, orina de rata o piel de serpiente.

El resultado en los ratones integros os lo podeís imaginar, se murieron de miedo. El otro grupo no reaccionó en lo más mínimo.


Trabajando con las distintas partículas que componían los olores introducidos, determinaron que era un proteina llamada Mup, siglas en inglés de proteína urinaria mayor, que se encuentra en la orina de las ratas, gatos y otros depredadores.

Con la sola presencia de la proteina Mup en los algodones los ratones que conservaban su órgano vomeronasal reaccionaban de igual manera que ante la presencia del depredador o de su olor.

Las Mups son creadas por la mayoría de los vertebrados terrestres y se cree que juegan un papel en la comunicación entre especies.

La profesora Stowers comentaba sobre los resultados, “tiene sentido, porque una vez que los animales lograron evolucionar un receptor para un tipo de proteína Mup, los genes subyacentes pueden permitirles evolucionar nuevos receptores capaces de detectar las proteínas que producen otros tipos de animales”.

Al no poder detectar las proteínas Mup, los ratones, que no tenían experiencia previa de interactuar con depredadores, y se les había extirpado el órgano de Jacobson, no mostraron ninguna evidencia de miedo.

Estos ratones descienden de centenares de generaciones de ratones críados en laboratorio, ninguno de ellos ha visto jamás un deprededador, apunta Stowers. “El ratón no aprende a reconocer a los que le pueden agredir”, comentó, “nacen con la capacidad de detectarlos”.


Este experimento demuestra que los ratones, y quizás también otros mamíferos, han evolucionado con receptores que son capaces de detectar señales químicas de otras especies.

Evolucionar con un receptor capaz de detectar las señales de sus depredadores les ayuda a evitar ser devorados.

Fuente: cienciatraducida, arbelaez y wikipedia

Mury, un beso

 

 

 

 

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