Detener el envejecimiento de las células es uno de los principales objetivos que la ciencia se ha planteado desde hace algunos años, y aunque no signifique un avance definitivo, el hecho de que un grupo de científicos de la Universidad de California pudiera detener el avance del tiempo en los elementos constitutivos básicos de los ratones, genera una luz de esperanza en este sentido.
En concreto, los medios locales explican que este equipo de especialistas, logró “infundir las células madre de sangre de ratones viejos con un gen de longevidad que rejuveneció el potencial de regeneración de esas células”, como explica el artículo respectivo en la prestigiosa publicación temática “Cell Reports”.
En este sentido, se destaca el hecho de que el experimento permitiría brindar nuevas posibilidades y técnicas para el desarrollo de enfermedades degenerativas que se relacionan directamente con la edad, y que en la actualidad afectan a un gran porcentaje de personas en todo el mundo, con un nivel de sufrimiento realmente alto en la mayoría de los casos.
Uno de los elementos principales que se deben considerar en este caso, es la proteína denominada SIRT3, perteneciente a la clase conocida como sirtuinas, que según los científicos, “desempeña un papel importante ayudando a que las células madre de sangre envejecidas lidien con el estrés”, por lo que podría ser el factor sobre el que se apoyen muchas de las próximas investigaciones en este campo, que de seguro se desarrollarán por el interés que suscitan en el mundo científico.
De hecho, se espera que próximamente, también en seres humanos, sea posible lograr que las células madre de sangre que fueron utilizadas en los ratones viejos provocando la formación de otras nuevas, tengan compatibilidad con algunas propias de los seres humanos, que en principio deberían llegar a los mismos resultados, siendo un avance realmente increíble para la ciencia.